El Banco de España secunda al BCE: el impuestazo de Sánchez daña la solvencia de las entidades
Pide «prudencia» al sector ante la amenaza de que España entre en recesión
El Banco de España dibuja un horizonte plagado de riesgos para el sistema financiero español. Con la inflación todavía en niveles elevados, la guerra en Ucrania y la amenaza de recesión, el supervisor reclama a la banca «una política prudente de planificación de provisiones y de capital». ¿En qué se traduce eso? En que utilicen los beneficios actuales para protegerse ante el escenario económico que viene y anticipar, así, posibles pérdidas. Este mensaje hay que ponerlo en el contexto de que el Ejecutivo impondrá un nuevo impuesto al sector, que, como sostiene la institución, dañaría la solvencia del gremio.
«El escenario actual de desaceleración económica, elevada inflación y extraordinaria incertidumbre aumenta los riesgos de un deterioro de la calidad del crédito y de un endurecimiento adicional de las condiciones de financiación», señala en su informe de otoño de estabilidad financiera. Y añade: «El aumento de los costes de financiación de hogares y de empresas y la desaceleración de sus ingresos reducirá su capacidad de pago, lo que podría elevar los costes bancarios en términos de dotaciones por deterioros financieros».
Ángel Estrada, director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, detalló ayer lo que significa esa petición de prudencia. «La recomendación que hacemos es que las entidades tienen que tener en cuenta el entorno en que nos estamos moviendo. Tenerse en cuenta los escenarios macro y las vulnerabilidades y riesgos que afrontamos de cara a futuro. La recomendación es que provisionen adecuadamente, a tiempo, que estresen sus modelos teniendo en cuenta los escenarios macroeconómicos. Lo mismo con el capital para las pérdidas esperadas», dijo.
El Banco de España añade esta vez el matiz de que las entidades deben vigilar su posición de capital ante esta crisis. Porque los indicadores apuntan a un posible deterioro de sus activos, a impagos... y a un golpe en sus principales ratios. «Es preciso tener en cuenta que la materialización de los riesgos macroeconómicos descritos puede tener un impacto significativo negativo sobre la rentabilidad y solvencia de las entidades bancarias», asegura.
Relacionado a ello, el supervisor no ha dejado pasar la ocasión para cuantificar el impacto negativo del nuevo impuesto a la banca sobre la solvencia del sector, medida con la ratio de capital CET1 en un ejercicio de estrés que realiza al sector. «Se ha evaluado el impacto de aplicar un gravamen fiscal del 4,8% en el margen de intereses y las comisiones netas de las entidades financieras con ingresos brutos en estas partidas superiores a los 800 millones de euros en 2019. Este gravamen reduciría la ratio CET1 agregada en 0,1 pp en el escenario base, y en 0,2 pp en el adverso», afirma el documento.
En otras palabras, que el gravamen afectaría negativamente a la solvencia de la banca, algo de lo que ya advirtió el Banco Central Europeo (BCE) en su reciente dictamen sobre el tributo. El supervisor europeo emitió una condena radical contra el impuesto del Gobierno de España por amenazar la rentabilidad, la solvencia, estar mal diseñado, poner en riesgo la transmisión de la política monetaria... Ahora el Banco de España recoge el dictamen del BCE, días después de que varios miembros del Gobierno de Sánchez, incluido el propio Sánchez, hayan ninguneado el informe de la institución. Pese a todo, Ángel Estrada indicó que se esperarán a realizar un análisis detallado del impacto al momento en que esté aprobado ya que, por ahora, se encuentra en tramitación parlamentaria.
Créditos ICO
El supervisor indica a las entidades que deberían usar los beneficios actuales para proteger sus balances con más provisiones
Más allá de ello, el Banco de España pone también el acento en los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) durante la pandemia. Si bien ahora no suponen un problema para el sector, sí que resultan una amenaza por el riesgo latente que acumulan y que obligan a monitorizarlos.
«Empezando por el crédito avalado por el ICO cuyas carencias han vencido hasta julio de 2022, se ha observado un empeoramiento de su calidad con respecto a diciembre de 2021. En concreto, los préstamos en vigilancia especial han pasado del 21,9% al 26,4%, y los dudosos, del 3,6% al 5,7%».
La situación de los préstamos ICO entronca con el panorama económico. El Banco de España acerca la probabilidad de una recesión en nuestro país y advierte especialmente sobre el impacto de la contracción económica sobre las empresas, y sobre los hogares, pensando en su renta y en los posibles impagos hipotecarios, lo cual se une a la presión financiera extra que ejercen las subidas de tipo del BCE. «La fuerte desaceleración económica que se anticipa para los próximos trimestres también podría impactar negativamente sobre la situación económica y financiera de las empresas, especialmente si se materializan los escenarios de riesgo sobre el crecimiento económico», indica el documento.
Advierte del impacto negativo de la situación económica sobre la capacidad de pago de empresas y hogares