Biden se siente «más fuerte» tras la victoria demócrata por el Senado
El Senado seguirá en manos demócratas los dos próximos años después de que el escaño en disputa por Nevada cayera el sábado por la noche del lado de la senadora Catherine Cortez Mastro.
Uno de los primeros en celebrarlo fue Joe Biden, al que la noticia le llegó durante su gira por Asia. «Estoy muy satisfecho por el resultado, pero no sorprendido», dijo el presidente de Estados Unidos, con el mismo tono triunfal que adoptó esta semana después de comprobar que la ‘marea roja’, la gran toma de poder por parte de los republicanos en las elecciones legislativas del pasado martes, no se había materializado.
Mantener el control en el Senado permitirá a Biden y a los demócratas decidir sobre nominación de altos cargos, incluidos jueces federales –y los del Tribunal Supremo, en caso de que sea necesario nombrarlos– y mantener poder sobre decisiones adjudicación de fondos federales para asuntos domésticos e internacionales.
Mensaje a Trump
«Es un reflejo de la calidad de nuestros candidatos, todos han hecho campaña con el mismo programa», dijo Biden, en una referencia obvia a las quejas que el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, hizo sobre la «calidad» de los aspirantes republicanos al escaño. Era, en realidad, un ataque a Donald Trump, que había promovido en primarias a candidatos más por su lealtad a la idea del ‘robo electoral’ en 2020 –inexistente, según los tribunales– que por su capacidad de ganar elecciones.
Todavía queda por definir si los demócratas amplían su mayoría en Georgia, donde a comienzos del mes que viene se define el escaño en una segunda vuelta.
El presidente de EE.UU. aseguró estar «con ganas» para los dos años que le quedan de su primer mandato. Ese periodo quedará ahora definido por el resultado en la Cámara de Representantes, que ayer seguía en el aire. Pero, de momento, aseguró sentirse «más fuerte», por ejemplo, para su encuentro de hoy con su homólogo chino, Xi Jinping.
El recuento coloca todavía a los republicanos por delante para quedarse con la Cámara Baja, pero en ese caso será con una mayoría exigua. Y las opciones demócratas de remontar no han desaparecido.