Los transportistas inician hoy un paro que tendrá un coste de hasta 600 millones diarios
en 2020, a pesar de la recuperación de los vuelos comerciales. Desde la empresa niegan cualquier crisis a pesar de las cifras porque han «reforzado en tiempo récord nuevas líneas de negocio, fundamentalmente de transporte de mercancías y de vuelos chárter». Y aseguran que están cumpliendo el plan de viabilidad remitido a la SEPI.
También hay quien vende la empresa pese al poco tiempo que lleva con el apoyo público. El grupo de discotecas Pachá, rescatado por Cofides a finales del año pasado, busca comprador desde este verano. El fondo Trilantic, que domina la compañía, quiere desprenderse de la histórica dueña de la noche tras recibir 18 millones del Estado.
La firma balear sigue negando que el grupo esté en venta, pero fuentes cercanas a la empresa discotequera afirmaron a este periódico que Trilantic busca comprador desde principios del año pasado. También señalan que no fue hasta el verano cuando se aceleró su puesta en el mercado, tras registrar una temporada récord de ingresos en establecimientos clave como los de Ibiza y Mikonos que le permitieron subir la cuantía a pedir por el grupo: alrededor de 500 millones.
Son muchas más las empresas rescatadas, aunque la mayoría de ellas lo han sido de manera reciente, por lo que poco se sabe de su recorrido tras las ayudas. Algunas como el grupo hotelero Hotusa sí que celebran que ya están en la senda de la recuperación tras cerrar el mejor trimestre de su historia con un 17% más de ingresos que en 2019.
Pero la escalada de los precios y la guerra de Ucrania han alargado la crisis de las empresas y ponen en duda la devolución de las ayudas. Aún hay tiempo y por el momento solo deben hacer frente a los intereses de la deuda. Pero a partir de 2026 deberán reembolsar las ayudas de manera íntegra, por lo que necesitarán el suficiente margen como para provisionar la devolución de los rescates al Estado. De no hacerlo, será el propio Gobierno el que tenga que actuar y, en algunos casos, la intervención se saldará con el canje de la deuda en acciones de las empresas. En la práctica, nacionalizaciones.
Los transportistas inician hoy un paro indefinido que amenaza la cadena de suministros en plena desaceleración económica. Las empresas temen que se repitan los acontecimientos de marzo, cuando una protesta similar realizada por los mismos convocantes estuvo al borde de bloquear el país. El Gobierno asegura que garantizará el transporte de mercancías, pero la realidad es que el impacto de los paros es incierto. Según los cálculos de OBS Business School, las pérdidas económicas serán de hasta 600 millones de euros al día.
Los convocantes (la Plataforma Nacional en Defensa del Transporte de Mercancías) realizarán hoy una manifestación que finalizará en el Ministerio de Transportes, situado en pleno Paseo de la Castellana. Los convocantes realizan estas protestas porque, en su opinión, las medidas aprobadas por el Gobierno para mejorar la situación del gremio no se están cumpliendo. En los últimos meses, el Ejecutivo ha atendido reivindicaciones históricas como la revisión automática del precio del transporte, o la prohibición de la participación del conductor en las operaciones de carga y descarga.
Si bien es cierto que las grandes patronales del sector han descartado sumarse a los paros, la Plataforma está bien organizada y ya colapsó en sus anteriores paros algunos de los grandes puntos logísticos.