Kevin McCarthy liderará una Cámara de Representantes que irá a por Biden
Los republicanos han dejado claro que impulsarán comités de investigación contra el presidente
Nancy?», era uno de los gritos que sonaron en el Capitolio tomado por una turba ‘trampista’ el 6 de enero de 2021, con la intención de evitar la certificación de Joe Biden como ganador de las elecciones de 2020. También fue el grito que profirió el atacante que entró en su casa de San Francisco el mes pasado e hirió de gravedad a su marido, Paul Pelosi, aunque ella era su objetivo (se encontraba en Washington en ese momento). «La democracia estadounidense es majestuosa, pero frágil. Muchos de nosotros hemos sido testigos de primera mano de esa fragilidad de forma trágica en esta cámara», dijo ayer desde el mismo escenario que fue vandalizado el año pasado. «En estas elecciones la gente ha repelido ese asalto a la democracia, han rechazado la violencia y la insurrección», dijo en referencia a unos resultados que dieron la espalda a los candidatos de Trump en estados decisivos.
Pero esos resultados, como era esperado, también le arrebatan su mayoría y su opción de seguir como presidenta. Su anuncio abre un proceso de elección de liderazgo en el que el favorito es un diputado que ella señaló con el dedo: Hakeem Jeffries, de Nueva York.
La Cámara de Representantes volverá a estar en manos republicanas a partir del próximo enero, cuando se forme el nuevo Congreso de EE.UU. como resultado de las elecciones legislativas de la semana pasada.
La cita electoral no ha colmado de alegría a los republicanos. La ‘marea roja’ no se materializó y su conquista de poder ha sido menor de lo esperado. No han conseguido recuperar el Senado, pero sí la Cámara, aunque será con una mayoría exigua.
El resultado es un Congreso dividido, una mala noticia –aunque esperada– para Joe Biden, cuya agenda legislativa se verá maniatada por la Cámara Baja. El presidente aseguró tras las elecciones que está dispuesto a cooperar con los republicanos –aunque después no fue capaz de citar ningún ámbito en el que podría hacerlo y defendió que no cambiará «nada» en su gestión– aunque es más probable que la división y la polarización que afectan a EE.UU. intensifiquen el obstruccionismo que ha dominado el Congreso en los últimos años.
Ese no será el único problema para el presidente. Los republicanos han dejado claro –lo prometieron en campaña– que utilizarán su mayoría para impulsar comités de investigación contra Joe Biden y contra altos cargos de su Administración. El comité estrella estará centrado en Hunter Biden, el hijo díscolo del presidente, pero con la intención indisimulada de atacar al padre.
Investigaciones
«Voy a ser claro: esta es una investigación sobre Joe Biden, y en eso se centrará el comité en el próximo Congreso», dijo ayer el republicano James Comer, que apunta a presidir el comité de Supervisión cuando su partido tome control de la mayoría.
Otras investigaciones podrían afectar al líder de la respuesta ante la pandemia de Covid-19, Anthony Fauci, y al fiscal general, Merrick Garland. Varios grupos vinculados al Partido Demócrata han asegurado que preparan una ofensiva mediática para contrarrestar el impacto en la opinión pública de estas investigaciones.
Antes de que se dé comienzo a todo eso, los líderes republicanos tendrán que navegar las guerras interinas que vive su grupo parlamentario tras el resultado decepcionante de las elecciones legislativas. El líder hasta ahora de la minoría republicana, Kevin McCarthy, apunta a suceder a la demócrata Nancy Pelosi como presidente de la Cámara. Pero tendrá que superar la revuelta de la facción trumpista: en la elección de esta semana para el liderazgo del grupo parlamentario, una treintena de sus compañeros de bancada votaron contra él.
Ante la mayoría exigua que han conseguido los republicanos, McCarthy tendrá que hacer concesiones amplias a trumpistas y moderados para obtener los votos suficientes que le den el cargo de presidente.