El plan fiscal de Sunak: subida de impuestos y recorte de gasto
El primer ministro británico anunció ayer que el Reino Unido está en recesión
La reacción de los mercados al ‘mini budget’ (el minipresupuesto) presentado el pasado septiembre por el entonces ministro de Finanzas británico, Kwasi Kwarteng, fue uno de los motivos que precipitaron la caída de Liz Truss como primera ministra, tras sólo seis semanas en el poder. Con la llegada de Rishi Sunak a Downing Street las aguas parecen haber vuelto a su cauce en el Gobierno británico, al menos de momento, y ayer el ministro actual de la cartera económica, Jeremy Hunt, explicó al detalle en la Cámara de los Comunes la nueva línea de trabajo del Ejecutivo, con una propuesta que pretende recaudar millones de libras esterlinas tanto con el aumento de impuestos como con los recortes del gasto público. La idea es poder cubrir un agujero de 55.000 millones de libras (unos 63.000 millones de euros).
Hunt, que empezó su intervención ante los parlamentarios reconociendo que el Reino Unido está en recesión, impuso unas medidas que suponen la carga fiscal más alta en el país desde 1948, según datos de la Oficina de Responsabilidad
Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés). Una de ellas es la rebaja del umbral de quienes pagan la franja más alta del impuesto sobre la renta, del 45%, que antes era para aquellos con ingresos de más de 150.000 libras al año (unos 170.000 euros), y ahora será para quienes superen los 125.140 (unos 143.000 euros). También aumentó el impuesto sobre las ganancias inesperadas a las grandes empresas de energía y aseguró que trabajará por la «estabilidad, el crecimiento y los servicios públicos». Su plan, defendió, conducirá a una recesión menos profunda y un mayor crecimiento a largo plazo, en un contexto en el que según las previsiones el PIB caerá un 1,4% el próximo año antes de recuperarse un 1,3% en el 2024; y en el que la tasa de inflación del Reino Unido, que ahora mismo se sitúa en el 11%, alcanzará el 9,1% este año y el 7,4% el próximo. Además, la tasa de desempleo pasará de su nivel actual del 3,6% al 4,9% en el tercer trimestre de 2024.
Otras medidas, que en su conjunto supondrán que millones de personas empezarán a pagar por primera vez algunos impuestos o que pasarán a hacerlo en franjas más altas, son el congelamiento de los umbrales del impuesto sobre sucesiones hasta abril del 2028, el fin del tope a las facturas de la energía a partir de abril del próximo año, cuya media aumentará de 2.500 a 3.000 libras esterlinas. También aumentará el impuesto municipal, ya que el Gobierno le dará a las autoridades locales la posibilidad de subirlo un 5%, las empresas de energía pagarán un impuesto a las ganancias extraordinarias ampliado del 35%, frente al 25% actual y los vehículos eléctricos dejarán de estar exentos del impuesto especial sobre vehículos a partir de abril del 2025.
Educación y sanidad
El ministro, que habló de la educación y la sanidad como sectores prioritarios para el nuevo Gobierno, se comprometió al mismo tiempo a aportar 3.300 millones de libras esterlinas adicionales al NHS, siglas en inglés del servicio nacional de salud; la financiación de la atención social aumentará 2.800 millones el próximo año y 4.700 millones el año siguiente y los centros educativos recibirán más de 2.000 mil millones adicionales en cada unos de los dos próximos años. También quedó protegida la inversión en investigación y desarrollo, que alcanzará los 20.000 millones de libras esterlinas para el período 20242025.
Pero Hunt no logró convencer a la oposición de que sus planes son acertados. Rachel Reeves, responsable de economía del Partido Laborista, declaró que aunque «nadie duda de que la pandemia de Covid y la guerra en Ucrania han tenido profundas implicaciones», los problemas de Gran Bretaña «comenzaron antes de la pandemia y antes de la invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia. El Reino Unido ha crecido una media del 1,4% anual bajo el Gobierno de los conservadores en comparación con el 2,1% anual en los años laboristas antes de eso». «Somos la única economía del G–7 que sigue siendo más pobre que antes de la pandemia», afirmó, y añadió que «ninguna otra economía avanzada está recortando el gasto o aumentando los impuestos a los trabajadores a medida que se acercan a la recesión».
Las nuevas medidas supondrán que millones de personas empiecen a pagar por primera vez algunos impuestos