Los condenados de La Manada y Valdeluz se preparan para pedir rebajas de las penas
El violador de una joven en Madrid ve también reducida dos años su condena
ca de la aplicación de la nueva ley.
«Me han destruido. No me lo esperaba porque todos los recursos se habían agotado y todos se habían ganado. De la noche a la mañana me encuentro esto. Yo ahora, imagínate. Con el notición que me dieron, con la sentencia que tengo yo aquí, con el revuelo que se ha montado, no quiero caer…, pero borrón y vida nueva no porque parece que nunca me voy a poder desconectar de esta persona», lamenta Antonia entre silencios y palabras entrecortadas.
Sea por simple estrategia, sea por prudencia o por la constatación de que todos los ojos están puestos sobre lo que vayan a hacer a continuación, los abogados de los casos de La Manada y del profesor del Valdeluz están demorando el momento de pedir revisiones de las condenas a la luz de las condiciones más ventajosas para sus clientes que establece la ley del «solo sí es sí». No en vano, ya son cinco los agresores o abusadores sexuales que han quedado en libertad tras las rebajas aplicadas en la revisión de hasta once condenas. Además, han trascendido tres sentencias dictadas ya al abrigo de la nueva ley en las que los magistrados dejan constancia de que el cálculo va a la baja respecto de lo que podría haber sido si no se hubiesen reducido dos años las penas mínimas en determinados supuestos de agresión sexual.
El último caso en conocerse procede la Audiencia Provincial de Madrid. Se llama Manuel, iba a quedarse a pasar la noche en casa de su amiga, estaba de paso. Mientras ella le enseñaba cómo funcionaba un enchufe, la asaltó y la violó. Le cayeron seis años, pero el mismo tribunal sentenciador le rebaja ahora la condena a cuatro, el nuevo mínimo penal.
Es lo que espera que ocurra con al menos uno de sus representados el abogado Agustín Martínez, que ya viene avisando de existiría esta posibilidad desde que la ley estaba en fase embrionaria. Se trata de Ángel Boza, condenado a 15 años de prisión por su participación en la violación grupal en los sanfermines de 2016, el caso de La Manada. Con el resto de condenados no obtendría más que una resolución declarativa: todos tienen ya las penas acumuladas hasta un máximo de 20 años de cumplimiento, que no variaría de aplicar la nueva horquilla del Código Penal. Para Boza, sin embargo, sí cabe la posibilidad de pasar menos años entre rejas.
El letrado criticaba ayer la sobre exposición de sus clientes, consciente sin embargo de la atención que suscita lo que ocurra con las penas. No en vano, este es el caso con el que empezó todo. Una movilización social sin precedentes para exigir una reforma penal que impidiese sentencias como la que dictó la Audiencia Provincial de Navarra, al concluir que se trataba de un abuso y no de una agresión sexual. Enmendada por el Supremo después, la resolución puso sobre la mesa la necesidad de un cambio en la legislación que proporcionase una respuesta más eficaz ante estos delitos. Pero lo que se acabó aprobando es la ley del «solo sí es sí» a la que ahora se acogerá uno de los condenados para recortar su pena.
Otro caso en el foco es el del profesor del colegio madrileño Valdeluz que abusó de doce menores a las que impartía clase sucesivamente a lo largo de más de una década. Fue condenado a 49 años de prisión y la sentencia es firme. Cosa distinta es que prospere. En La Rioja se han revisado medio centenar de casos sin que hubiese que aplicar rebajas en ninguno, porque se ven afectas las que tienen relación con el cambio de los mínimos y los máximos que recoge ahora el Código Penal. La Audiencia Nacional también ha revisado un caso que era de su competencia y no ha modificado la pena porque está dentro de la horquilla actual. Pero las peticiones de rebaja se suceden en todos los tribunales del país, con el consecuente goteo de fallos.