La gatera de la infancia y los pelos que se quedan en ella
‘ARMAGEDDON TIME’
Director: James Gray. Intérpretes: Michael Banks Repeta, Anne Hathaway, Jeremy Strong, Anthony Hopkins...
A James Gray, un director con buen ‘uppercut’ al mentón, se le ha quedado cara de chufa un poco al estilo de Woody Allen con esta historia sutilmente autobiográfica y familiar de un jovencito judío en el barrio neoyorquino de Queens a principio de los años ochenta. A ese niño lo interpreta Michael Banks, con un ligero aire a James Gray pero clavado, un sobrino o algo así, a Julianne Moore. El relato se desarrolla en ese terreno entre la comedia que no lo es y el drama que tampoco, y cuenta sus problemas de adaptación a las normas elementales del colegio público, su amistad con un niño de raza negra también inadaptado y golferas como él, su relación erizada con sus padres y su admiración y entendimiento con su abuelo, con quien comparte los mejores y más nutritivos momentos de la película.
Al abuelo lo interpreta Anthony Hopkins, ya sin rastro de Hannibal Lecter en su colmillo, un inmigrante que se ha hecho a sí mismo y que es el marco de ese retrato familiar y, en cierto modo, social y político de aquel tiempo que ya anunciaba a Ronald Reagan en la Casa Blanca. Y esto le da sentido, sin duda, al título, ‘Armageddon Time’, alusión a un apocalipsis, al menos individual para el pequeño protagonista y su aprendizaje de los pelos que se va dejando uno en la gatera, las pérdidas y las decepciones.
La pulcritud de James Gray barre lo que de irónico (Allen) y sentimental podría tener esta historia de infancia y emociones, es decir, que transcurre sin forzar la risa ni la lágrima; explora sin golpes de platillo en las diferencias raciales y sociales, sugiere los precios que hay que pagar para no quedarse en la cuneta (amistad, convicciones, sueños…) y ofrece de un modo singular, serio, algo ‘chufa’, una visión severa de algo tan manido y cierto como el final de la infancia.