La última victoria de los Comuneros
Las Cortes de Castilla y León y el Museo del Prado firman una colaboración para restaurar el icónico cuadro que Juan Planella dedicó al levantamiento
adie podía decirles a Padilla, Bravo y Maldonado aquella mañana aciaga y embarrada del 24 de abril de 1521 tras la derrota de Villalar que, aunque acabaran de perder la cabeza por la victoria de las tropas imperiales –y se sofocase así la revuelta de las Comunidades–, aún les quedaba una victoria posible cinco siglos después. Una victoria contra el tiempo, imperio más vasto que el de Carlos V. Una victoria artística que es lo que queda casi siempre que hay un buen pintor por el medio de la historia.
De aquella gesta que tanto supo «de dolor sin beneficio» se valió el pintor catalán Juan Planella en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid de 1887 con un lienzo de gran formato –4,5 metros de alto por 7,5 de ancho– para obtener una segunda medalla tras la que lo adquirió el Estado por Real Orden
Ny cuatro mil pesetas. Pocos se acordaban de este óleo. Las únicas fotos que había hasta hace escasos días en Google sobre el mismo eran en blanco y negro. Hoy se restaura en las Cortes de Castilla y León tras la cesión del Museo del Prado el año pasado con motivo del V centenario de la batalla de Villalar. Ayer se celebró la jornada ‘Los Comuneros de Castilla. Un cuadro para la historia’. La inauguró el presidente de la institución, Carlos Pollán, e intervinieron nombres tan destacados como Javier Barón –jefe de restauración de pintura del siglo XIX del Museo del Prado– o la restauradora del mismo y encargada del proyecto Lucía Martínez.
Al inicio de la odisea se remonta el director de la Fundación de Castilla y León, Juan Zapatero, puesto que fue la institución encargada de la organización del centenario y de ésta hazaña concreta: «Todo fue fruto de la ignorancia.