La fábrica a la que se iba con los ojos cegados
Desmantelan en Málaga una factoría ilegal de tabaco que impedía que los trabajadores llevaran móviles
o había que desvelar la ubicación de la fábrica ilegal de tabaco bajo ningún concepto. Su ubicación en una nave del polígono El Viso de Málaga capital debía ser un secreto absoluto. Por esta razón, los trabajadores que allí fabricaban cigarrillos no podían ver recorridos, ni puertas, ni exteriores. Nada que identificara el lugar. Iban cegados, se les vigilaba y se les mantenía bajo un intenso control para que así no supieran dónde estaban.
Una red de contrabando de tabaco ha sido desarticulada en Málaga. Otra más en Andalucía, pero diferente en la manera de tratar a quiénes producían los cigarrillos para exportarlos a Reino Unido. Los empleados en esta fábrica eran citados en un punto neutral, alejado del polígono. Allí se concentraban esperando a que pasaran a recogerlos en un camión. El transporte paraba junto a ellos, la cuadrilla subía al vehículo a horas intempestivas, siempre buscando
Nno levantar sospechas, ni ser visto en esta labor de recogida de los mozos de la fábrica. Una vez dentro del camión se les cegaba. Los empleados eran obligados a ponerse unas gafas con los cristales revestidos de una cinta opaca.
Iban cegados por esta gafas hasta que el camión paraba dentro de la nave. Una vez cerradas las puertas, se las podían quitar. En ese momento, pasaban otro control. No se podía tener teléfono móvil. Los trabajadores tenían prohibido tener cualquier dispositivo de comunicación o que permitiera ubicar el lugar por GPS. Estaban completamente aislados durante las jornadas de trabajo. Además, la organización tenía cámaras de seguridad en la fábrica. Nada podía salirse de la normalidad instaurada en aquella factoría por esta red criminal. El control de los empleados llegaba al punto que el capataz está siendo investigado por un delito contra los derechos de los trabajadores.
Aun así, todo ese control no sirvió para salir impunes. La operación Búnker se inició a partir de unas informaciones recibidas por agentes del Grupo de Crimen Organizado de la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena. Se les alertaba sobre una actividad, que podía ser ilícita en una nave sin aparente actividad.
Los investigadores corroboraron que en el interior se realizaban trabajos con maquinaria industrial. Desde fuera se podía escuchar el ruido de esta maquinaria que había en interior. Al mismo tiempo, se producía la entrada sigilosa de personas en camiones de grandes dimensiones. Así, hace diez días, la Policía Nacional llevó a cabo una entrada y registro en la nave. En el interior descubrió la fábrica de producción clandestina de tabaco. Debido a la naturaleza delincuencial detectada dentro del inmueble se contactó con la Unidad Combinada de Vigilancia Aduanera, que a partir de ese momento pasó a investigar los hechos conjuntamente con la Policía Nacional. En el interior de la nave fueron detenidos nueve mozos en plena producción de tabaco. Además, se detuvo a una décima persona, un capataz que realizaría funciones de control sobre los anteriores y que también sería el encargado de trasladarlos en camiones y furgonetas hasta la fábrica. Todos los detenidos eran de diferentes países del Este de Europa. La organización transportaba en camiones el tabaco a granel, oculto y sin declarar, desde Bulgaria a España. Luego usaba naves para el almacenaje del tabaco a granel y el montaje de fábricas dedicadas a la producción de cigarrillos.
Desde fuera de la nave se podía escuchar el ruido de la maquinaria industrial para fabricar cigarrillos que había en interior