Suecia confirma el sabotaje en los gasoductos Nord Stream
Las autoridades suecas confirmaron ayer la existencia de restos de explosivos en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, lo que demuestra que la infraestructura gasística fue víctima de un sabotaje intencionado el pasado 26 de septiembre, privando así de suministro de gas ruso a Europa.
«En las investigaciones llevadas a cabo sobre el terreno, en el fondo del mar Báltico, se incautaron muchos objetos y el área ha quedado documentada de forma minuciosa», informó la Fiscalía sueca en un comunicado. «Los análisis realizados muestran restos de explosivos en varios de los objetos encontrados». La investigación, sin embargo, no concluye quién pudo estar detrás de las explosiones y el sabotaje.
Poco después del descubrimiento de las fugas en los oleoductos de Nord Stream, Suecia rechazó la petición de Alemania, como parte afectada directamente, de participar en la investigación sobre lo ocurrido. Sin embargo, el Gobierno alemán decidió que sus investigadores, un grupo conjunto de agentes de la Policía federal y el Ejército, enviaran dos botes militares a una de las áreas dañadas para tomar sus propias muestras.
Ambas investigaciones parecen apuntar a las mismas conclusiones: que el 26 de septiembre hubo varias explosiones submarinas masivas cerca del curso de los dos oleoductos Nord Stream. Las detonaciones fueron tan violentas que varios institutos que normalmente monitorean los terremotos registraron importantes registros sísmicos. Tras un análisis inicial, las autoridades alemanas suponen que se requería una fuerza explosiva comparable a 500 kilos de TNT.