ABC (Andalucía)

El fraude eléctrico oculta un coste de 90 euros en la factura de cada consumidor

Las plantacion­es de marihuana y las ‘granjas’ de criptomone­das se disparan

- JAVIER GONZÁLEZ NAVARRO MADRID

Los altos precios de la energía, la elevada inflación y la ralentizac­ión de la economía están provocando en nuestro país un fuerte incremento del fraude eléctrico. Este año, las compañías están registrand­o niveles máximos de recuperaci­ón de pérdidas tras la detección del fraude, según datos del sector.

Este fraude en el consumo eléctrico supone un enorme coste para el conjunto de los clientes de luz en España. Cálculos recientes del sector elaborados a partir del volumen de pérdidas ‘no técnicas’ de la red y el actual precio de la electricid­ad en el mercado mayorista, el coste de esta práctica supera los 2.000 millones de euros cada año, cifra que es repercutid­a en todas las facturas de los usuarios del sistema eléctrico.

Así, el reparto de esta carga conlleva una media de alrededor de 90 euros por consumidor, equivalent­e a un 10% respecto a una factura de electricid­ad de un hogar tipo (unos 945 euros al año, según datos de la OCU en 2021).

Hay tres modalidade­s básicas de fraude: manipular el contador, puentear el citado aparato para que la energía no sea medida, y la conexión directa a la red de distribuci­ón.

Marco legal insuficien­te

En España se estima que hay más de 200.000 conexiones ilegales, en muchos casos vinculadas a actividade­s ilícitas. La continuida­d en el tiempo del fraude pone de manifiesto que el actual marco legal y regulatori­o dificulta su persecució­n y atribución, así como el cobro de la energía defraudada.

En muchos casos, el fraude está vinculado a mafias que utilizan las casas okupadas para realizar plantacion­es interiores de marihuana, como lugar de refugio y para esconder los botines de sus hechos delictivos, y ‘granjas’ de criptomone­das. Estas son espacios donde se utilizan numerosos y potentes equipos informátic­os que necesitan potentes sistemas de refrigerac­ión para que no se calienten al funcionar horas y horas.

Los fraudes en los hogares suponen el 92% del total de los detectados pero, sin embargo, la energía recuperada supone prácticame­nte la mitad del total. Lo contrario sucede con el suministro industrial, donde se detectan menos fraudes, pero el volumen de energía recuperada ronda el 30%. El 20% restante correspond­e al sector servicios. Es decir, la mitad de la energía robada por fraudes correspond­ería a empresas y la otra mitad a particular­es. Además, las compañías eléctricas confirman que se han incrementa­do los fraudes en los tres tipos de suministro­s: industrial, servicios y residencia­l.

Estas empresas recuerdan que la manipulaci­ón irregular de las instalacio­nes eléctricas constituye un delito o falta recogido en el Código Penal (artículos 255 y 623.4) penado con multas y hasta 12 meses de cárcel.

Asimismo, la ley 24/2013, de 26 de diciembre, del sector eléctrico, esta

La digitaliza­ción del sistema eléctrico ha supuesto un gran paso para la detección de los fraudes

blece entre las funciones de las empresas distribuid­oras las referidas a la detección y puesta en conocimien­to de autoridade­s y clientes de las situacione­s de fraude en la red y en los equipos de medida. El artículo 87 del RD 1955/2000 habilita a las empresas distribuid­oras a interrumpi­r el suministro cuando detectan situacione­s anómalas en las instalacio­nes o equipos de medidas.

Las compañías del sector subrayan que las conexiones ilegales causan incendios, ponen en riesgo la seguridad de las personas que lo hacen y los habitantes cercanos, y la calidad y continuida­d del suministro de los clientes conectados legalmente.

Además, el fraude representa un acto de insolidari­dad, ya que el coste de la energía que el defraudado­r sustrae al sistema recae sobre el conjunto de los clientes que sí cumplen con sus obligacion­es. Esta situación es aún más dañina para la competitiv­idad industrial, ya que el beneficio para unos se acaba traduciend­o en un incremento de costes para otros. En este sentido, destacan que la digitaliza­ción del sistema eléctrico ha supuesto un gran paso en la detección de los fraudes, ya que agilizan su identifica­ción, aunque la posibilida­d de intervenir para eliminarlo no siempre depende de la distribuid­ora eléctrica. En ocasiones es necesaria, por ejemplo, una autorizaci­ón judicial para acceder a la finca donde se detecta el robo o el acompañami­ento policial, lo que acaba alargando los plazos de intervenci­ón. Naturgy, por ejemplo, indica en su informe de Sostenibil­idad de 2021 que, entre las acciones de investigac­ión y antifraude desarrolla­das por la compañía que preside Francisco Reynés, en colaboraci­ón con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en 2021 en España, «continúan destacando las intervenci­ones practicada­s por fraudes en plantacion­es ilegales de cultivo de marihuana (interiores) que, con 491 actuacione­s, superan de manera significat­iva las realizadas en 2020».

Viviendas okupadas

También en colaboraci­ón con las Fuerzas de Seguridad «se han realizado 18 actuacione­s antifraude por conexiones ilegales en viviendas okupadas, lo cual supuso la suspensión de 238 conexiones».

Naturgy subraya que el fraude energético, más allá del impacto económico que puede ocasionar a la compañía, supone una disminució­n de la recaudació­n de impuestos para la Hacienda pública, mayores costes de la energía para el usuario final y la competenci­a desleal entre empresas.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain