ABC (Andalucía)

Fútbol hasta en la sopa

Solo falta que los gobiernos declaren una tregua durante el Mundial

- JOSÉ MARÍA CARRASCAL

Pertenezco a la generación del fútbol por descarte: era el único deporte que podíamos practicar, en plena calle, con dos piedras de portería para interrumpi­r al grito «¡Que viene un coche!», luego con balones de distinto pelaje en el patio del instituto cuidando no romper ningún cristal y por último como espectador, desde que el Atlético de Madrid se llamaba Atlético de Aviación hasta que el Madrid y el Barcelona se reparten ligas y copas y están llenos de jugadores extranjero­s. O sea, son los mismos, pero no tanto.

De lo que no hay duda es de que el fútbol se ha convertido en el rey de los deportes y sólo le falta que durante la Copa del Mundo los gobiernos declaren una tregua de la guerra o guerras que se traen entre sí. como hacían los griegos durante los Juegos Olímpicos.

¿A que se debe? Lo atribuyo, primero, a su sencillez: puede jugarse con cualquier campo y balón. Luego, se juega con los pies, no con las manos, como el baloncesto o tenis, mucho más precisos, lo que permite a los pequeños ganar de tanto en tanto a los grandes, algo que encanta al respetable, y consiste en introducir la pelota en la portería contraria, cien veces mayor. Pero no es tan fácil como se cree, como demuestran los escuálidos resultados, incluido el 0 a 0.

Se debe a que, aparte de con los pies, se juega con el corazón, con la furia, que desarbolan los virtuosism­os con la pelota que introdujo Cruyff y adoptó el Barça de Xavi. Fueron los años grandes del fútbol y su crecimient­o como espectácul­o, así como los del comienzo de su decadencia debido a lo de siempre, la corrupción. Los miles de millones de dólares o euros que mueve le han llevado nada menos que a Doha, donde era tan extraño como la nieve, aunque se ha montado equipo e instalacio­nes de aúpa. El fútbol ha pegado un giro de 180 grados y se hace cada vez más ‘físico’, es decir más brutal, al permitirse cargas, agarrones, patadas merecedora­s de tarjetas amarillas o rojas. ¿Qué hacen los árbitros? Pues obedecer al VAR, controlado por unos señores a los que nadie controla. ¿Terminará siendo ‘American football’, o sea rugby, pródigo en lesiones? Pues no lo sé, pero van a perdonarme, pero empieza el Qatar-Ecuador y no quiero perdérmelo. Hablaremos

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain