ABC (Andalucía)

El modelo de bajo coste del Imserso lleva al borde de la ruina a los hoteles

∑El sector volverá a trabajar a pérdidas este año con los viajes para mayores mientras el Gobierno veta el debate de la reforma del programa en el Congreso

- ANTONIO RAMÍREZ MADRID

El incidente en un hotel de Roquetas de Mar (Almería) la semana pasada ilustra a la perfección la precarieda­d con la que trabajan los hoteleros que viven durante la temporada baja de los viajeros del programa de turismo social del Imserso. Decenas de pensionist­as se amotinaron en un alojamient­o de la localidad para protestar por la escasa variedad y rácanas raciones en los menús ofrecidos por el establecim­iento, además de por el mal estado de la cesta de la fruta.

Aseguraban que durante varios días tan solo encontraro­n en el comedor macarrones y albóndigas para comer. Un clásico menú infantil. La denuncia llegó hasta la Junta de Andalucía, pero la respuesta de los responsabl­es del hotel no tardó en llegar: «Los costes no paran de subir, pero seguimos cobrando lo mismo que todos los años». En concreto, 22 euros por persona y día. Un precio bajo por el que están obligados a ofrecer alojamient­o, pensión completa, agua, vino, wifi y todos los servicios de un hotel de cuatro estrellas.

En consecuenc­ia, el debate es ineludible. ¿Se puede exigir un servicio de calidad por un precio tan ridículo? Es algo complicado de ponderar. Los beneficiar­ios de los viajes no tienen la culpa de la precarieda­d del programa del Gobierno, pero salen perjudicad­os por el presupuest­o ajustado que manejan los hoteles que, tras la escalada de precios, calculan el punto muerto de rentabilid­ad (precio con el que no ganan ni pierden) en cerca de 40 euros, casi el doble de lo que perciben. También es cierto que esta diferencia evidencia la inviabilid­ad de continuar con este modelo de bajo coste: si no la asumen los pensionist­as, tendrá que ser el Estado el que aumente los fondos.

Ese es el debate que el PP ha intentado llevar al Congreso en el marco de los Presupuest­os del Estado del próximo año. El grupo parlamenta­rio del Partido Popular en la Cámara Baja enmendó el actual programa de viajes del Imserso para pedir al Ministerio de Derechos

Sociales, en manos de Unidas Podemos, una mayor dotación presupuest­aria que mejore los precios a comerciali­zadoras y hoteles, pero sin renunciar a las tarifas que pagan ahora los beneficiar­ios del programa.

Una propuesta que, sin embargo, se ha topado de bruces con el Gobierno que directamen­te ha vetado la iniciativa, a pesar de que la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se posicionó este verano a favor del rediseño del programa, incluso reprochánd­ole a su socia de Gobierno, Ione Belarra, el abandono del mismo. Sobre el por qué de esta decisión, fuentes del grupo parlamenta­rio socialista aseguran que se trata de un tema «de gastos e ingresos presupuest­arios», pero desde Industria insisten en que su posición respecto a la reforma del programa de viajes senior no ha cambiado.

Pero el veto ha sentado como un jarro de agua fría entre los hoteleros, que tenían esperanzas de que el Gobierno y la oposición trabajaran desde ya para mejorar las inversione­s del programa, después de que la partida de Derechos

Sociales para los viajes del Imserso apenas haya aumentado en cinco millones.

El programa de viajes del Imserso es esencial para el mantenimie­nto del empleo en el litoral español y los archipiéla­gos balear y canario durante la temporada baja. Históricam­ente ha servido como sustento principal de los hoteles para seguir abiertos durante el invierno, momento en el que el flujo turístico en las zonas costeras es muy limitado por la falta de otros atractivos de demanda. En juego están unos 90.000 empleos, además de la principal fuente económica para decenas de localidade­s costeras durante los meses de invierno.

Mejor, el hotel cerrado

La mayoría de hoteles necesitan cobrar alrededor de 40 euros por persona y día para no perder ni ganar dinero

La situación es límite. Aunque 235 hoteles se han adscrito este año a los viajes sénior, en regiones como Andalucía y Baleares más de una treintena de establecim­ientos han decidido borrarse esta temporada del programa. Pero son muchos más. En total, en los destinos de costa, se han perdido cerca del 40% de los hoteles que operaban antes de la pandemia (en 2019 eran 215 y ahora 132). Los empresario­s prefieren tener el hotel cerrado o con su actividad a medio gas a perder dinero a espuertas con el programa, por mucho que eso les ayude a continuar abiertos y seguir ingresando durante todo el año.

Algunos han decidido reducir su exposición al programa. Es el caso del hotel Golden de Benidorm (100 habitacion­es y 26 empleados) que esta temporada ha decidido destinar entre el 60% y el 65% de su capacidad a los viajeros del Imserso, cuando en años anteriores les reservaba el 90%. Si no renuncian a esta fuente de ingresos es porque no tiene alternativ­a. «Competir contra un monopolio como el Imserso es imposible, nuestro mercado es el español y en invierno tienes que ir por ahí, por el Imserso, o dedicarte a otro turismo, el inglés o el de otras nacionalid­ades», indica su director, Daniel López, informa José Luis Fernández.

Para los hoteleros, la reforma no es más que una cuestión de sentido común. En la Comunidad Valenciana hubo una gran oposición de los empresario­s a participar este año e, incluso, se llegó a plantear un programa de viajes de forma paralela, lo que obligó a la Generalita­t valenciana a intervenir de manera directa inyectando al sector hasta 6,70 euros adicionale­s por pernoctaci­ón. Un desahogo al que también se ha sumado la Región de Murcia, que repartirá 150.000 euros a los hoteles adscritos. Pero esto son solo parches para aplazar la renovación a fondo que necesita un programa que se ha quedado obsoleto.

Los mimbres son los mismos que los de hace cuatro décadas, mientras el contexto socioeconó­mico se ha transforma­do por completo. El secretario general de la Mesa del Turismo, Carlos Abella, señala que el programa no solo está descontext­ualizado para las empresas del sector, sino también para los propios clientes, «cuyas necesidade­s y preferenci­as han cambiado en los últimos años». Lamenta el maltrato a viajeros y hoteles «y más cuando hablamos de algo que no le cuesta dinero al Gobierno; por cada euro que se invierte en los viajes del Imserso, se recaudan 1,57 euros», dice.

Ahora, todo indica que la renovación del programa no llegará en la próxima temporada y, como este año, la desbandada de hoteles solo podrá ser frenada por las comunidade­s. «Si no llegan más fondos, los mayores no tendrán la oferta y servicios adecuados y habrá una gran pérdida de empleo porque los hoteles tendrán que cerrar», sentencia Abella.

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// ABC Benidorm recibe a al 20% de los viajeros del Imserso

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