Arrecian las críticas a la gestión y «obstrucción» de Egipto, el país anfitrión
La perplejidad entre los asistentes a la Cumbre del Clima fue en aumento según pasaban los días en Sharm el-Sheij. Como país anfitrión del encuentro, Egipto debía guiar el proceso de negociaciones. Pero durante los primeros diez días, fueron muy lentas. Después, con el tiempo ya encima, el proceso no fue siempre todo lo transparente que suele ser. En un momento crítico, la gestión amenazó con hacer naufragar la cumbre.
Las actuaciones de Egipto han estado cuestionadas desde los primeros días. Por primera vez, miembros de la industria del gas y del petróleo intervinieron dentro del programa oficial de una cumbre del clima. También fueron muy comentados los más de 600 ‘lobistas’ de la industria registrados, algo que no gustó a miembros ecologistas. En este punto, el líder negociador de la UE, Frans Timmermans, intentó aligerar la polémica, al asegurar que no veía el problema de que estuvieran, siempre que se supiera cuáles eran sus intereses.
Pero las decisiones operativas de la presidencia ya en la noche del viernes estuvieron a punto de hacer saltar por los aires las negociaciones, con el bloque europeo amenazando con irse de la cumbre. La ministra alemana Annalena Baerbock, acusó ayer a la presidencia de «obstrucción y deficiencias organizativas», recoge ‘Climate Home’.
Para muchos, no es casualidad que no se haya logrado hacer un llamamiento a reducir todos los combustibles fósiles. «La presidencia egipcia ha elaborado un texto que protege claramente a los Estados petroleros y a las industrias de los combustibles fósiles», opinó Laurence Tubiana, de la Fundación Europea del Clima.