Triste abandono de Alonso en su última carrera con Alpine

El día había empezado con tono emotivo para Fernando Alonso. En su última carrera con Alpine, dos años después de su regreso a la F1, los trabajadores de la escudería francesa le hacen un pasillo fraternal en el que abundan abrazos y sonrisas. En la pista todo cambia. Alonso vive un triste abandono por un fallo del coche. En Abu Dabi es hora de despedidas. También Vettel tiene que reprimir las emociones para que no le afecten en la carrera. Homenajes para el campeón alemán, que este sí se va para siempre.

La última cita del es un paseo imperial para el de siempre, Max Verstappen, a quien casi no enfocan las cámaras porque no tiene rival. Carlos Sainz termina en cuarta posición. Se dirimen cuestiones menores en Yas Marina, el subcampeonato, la clasificación por equipos con el consiguiente reparto de premios por los derechos de televisión, la victoria parcial...

Es más tiempo de despedidas, lo que nunca volverá, ese espíritu del ser humano tan único a la hora del adiós. A Alonso le hacen un pasillo emocionante en Alpine una hora antes de empezar la carrera. Del campamento al garaje, todos los integrantes del equipo hacen fila para corear al español. Detalles que gustan.

En el asfalto parece que el coche 14 tiene buen ritmo para pelear con Vettel y Ocon, pero el asunto no llega a mitad de carrera. En la vuelta 28 el auto se para y dice hasta luego. Otro abandono de Alonso, el quinto del año.

Volvió a ganar el holandés, con el cigarro en la mano y sin tener que ayudar a Checo Pérez. Su compañero no fue subcampeón por el egoísmo sin límite de Verstappen en Brasil, al no cederle la posición sin nada en juego. El segundo puesto en el Mundial es para Charles Leclerc.