Podemos utiliza los excesos de Vox para rescatar a Irene Montero
∑El Congreso se solidariza con la ministra de Igualdad en un momento político complicado para ella por las consecuencias de la ley del ‘solo sí es sí’
Tras varios días a la defensiva, con divisiones en su propio espacio político y con sus socios del PSOE intentando ganar tiempo, Podemos y el conjunto de la izquierda se disponen a aprovechar en su favor el bronco debate en el Congreso de los Diputados en el que la ministra de Igualdad, Irene Montero, recibió un ataque personal por parte de la diputada de Vox Carla Toscano, que limitó los méritos de la diputada de Unidas Podemos a su relación sentimental con Pablo Iglesias.
El episodio unió a toda la izquierda en torno a la cuestionada ministra de Igualdad, que recibió incluso mensajes de empatía provenientes del PP y Ciudadanos. Además de su habitual agitación en las redes sociales, Podemos ha convocado un acto mañana sábado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid bajo el título ‘Con todas. Por todas’ y que se publicita con protagonismo incuestionable de Irene Montero como cabeza de cartel.
La formación morada además explotó desde la noche del miércoles los contactos internacionales con sus correligionarios para reforzar el marco de excepcionalidad. El presidente de Chile,
Gabriel Boric, escribió este mensaje: «Desde Latinoamérica, todo mi apoyo a Irene Montero. Compañera incansable en la lucha por mayor justicia e igualdad que hoy enfrenta una nueva asonada de violencia política de la extrema derecha. No estás sola Irene. ¡Un abrazo transoceánico!». También lo hicieron el presidente de Argentina, Alberto Fernández, o el líder de la formación Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Desde el mismo miércoles, en el PSOE acudieron raudos a apoyar a Montero, dejando a un lado las reticencias que en el partido principal de la coalición han despertado las críticas de la ministra de Igualdad y su equipo a los jueces a cuenta de las rebajas de condena tras la aprobación de la ley del ‘sólo sí es sí’. Este jueves en dos ocasiones, primero en Ferraz y luego en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó como «‘hooliganismo’ político» las actuaciones de Vox, empaquetando también al PP en su argumento: «Ayer vimos un nuevo caso de ‘hooliganismo’ político al que la derecha y la ultraderecha nos tienen acostumbrados». Tras pasar una de las semanas más complicadas de los últimos tiempos por los problemas de esta ley, generalizando por primera vez en mucho tiempo las críticas en el PSOE, a Sánchez se le vio cómodo al hablar de esta cuestión. Lo que, unido a la aprobación de los Presupuestos, le permitió defender «la política útil frente a esas derechas que se dedican al insulto y la descalificación», que actúan sin «ninguna propuesta» y defienden «sólo el bloqueo por el bloqueo».
Vox dobla la apuesta
La cuestión siguió muy presente ayer en los debates del Congreso de los Diputados. Por parte de Vox no hubo atisbo de rectificación ni reconocimiento de que el episodio ha servido para aglutinar a la izquierda. El diputado de Vox Víctor Sánchez del Real, desde la tribuna de oradores del Congreso, criticó la censura a la supuesta «violencia política» de su compañera. «Carla Toscano no lloró porque tiene más hombría y valentía que toda la Mesa del Congreso
y todos los diputados ‘zurdos’», clamó en una intervención que volvió a levantar ampollas en el hemiciclo. «Fascistas, fascistas», gritaba el propio Sánchez del Real, ridiculizando la etiqueta. El vicepresidente primero de la cámara, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, intervino para eliminar del diario de sesiones el término «fascistas» en referencia a Vox, así como las palabras «filoetarras» y «asesinos» en alusión a Bildu. Hasta después de «la bronquita de colegio de monjas» de anteayer, dijo el diputado de Vox, la Mesa no tomó
Pablo Iglesias
Ana Botella «encarna el ‘nombrada por’, sin preparación, cuya única fuerza proviene de su marido»
«La salvajada contra Montero no es un hecho aislado; es el resultado de una campaña para denigrar a su persona»
«Me gustaría felicitar a las mujeres de nuestro país y agradecerles que no se parezcan a Ana Botella»
«Por fin toda la izquierda cierra filas con Montero frente a la violencia mediática y política que recibe»
cartas en el asunto. Tanto en su intervención de la mañana como en otra que realizó por la tarde, Sánchez del Real señaló directamente a los diputados de Unidas Podemos con puesto en la Mesa del Congreso, el murciano Javier Sánchez Serna y el catalán Gerardo Pisarello, por haber «gritado a una mujer». Este último tuvo que pedir la palabra por alusiones en la sesión vespertina para responder al diputado de Vox. La tensión no desaparecía y el debate se eternizaba.
También el diputado Onofre Miralles salió en defensa de Toscano y criticó de forma velada al PP: «Al ‘zurderío’ se le combate de cara, esto no es para tibios». Una expresión que había utilizado también Sánchez del Real: «¡Ay de los tibios!, conocemos vuestras obras, ni frío ni caliente». La portavoz de Presupuestos del PP en el Congreso, Elvira Rodríguez, tuvo que salir al paso de las afirmaciones de Vox. Advirtió que subía a la tribuna a hablar de Presupuestos «con educación» y que «la educación, señor Sánchez del Real, no es tibieza, es precisamente fortaleza». Después se dirigió al portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique: «No nos puede dar lecciones de cómo se trata a las mujeres porque ustedes no las tratan a todas por igual, así que es mejor que no haga intervenciones de este tipo».
A lo largo de la jornada, políticos de distintos partidos censuraron las palabras de la diputada de Vox. Entre ellos, la vicepresidenta Yolanda Díaz, Patxi López (PSOE), Cuca Gamarra (PP) –quien recordó que Pablo Iglesias también descalificó a Ana Botella por «ser mujer de»–, Jaume Asens (En Comú Podem), Edmundo Bal (Cs), Mertxe Aizpurua (Bildu), Íñigo Errejón (Más País) y Joan Baldoví (Compromís). Y diputadas de casi todos los grupos se fotografiaron juntas en apoyo a Irene Montero. Promovido por Unidas Podemos, acudieron a la llamada al Salón de Pasos Perdidos representantes de los grupos de PSOE, ERC, Ciudadanos, PNV, Bildu, Junts, PDECat, Más País, CUP y Meri Pita, que abandonó el Grupo Confederal para pasar al Grupo Mixto. Según Unidas Podemos, el PP también fue invitado, pero no accedió a posar.
Otro altercado en Sevilla
La tensión se trasladó ayer al Parlamento andaluz, donde su presidente, el popular Jesús Aguirre, ordenó al portavoz adjunto de Vox, Javier Cortés, que abandonara la tribuna de oradores tras llamar «golfos» a los parlamentarios del PSOE y negarse a retirarlo. Los diputados de Vox se quejaron de que Aguirre no reprendiera al socialista, quien se refirió a ellos como «indigencia intelectual». Esta situación fue criticada por la noche por Santiago Abascal en Twitter: «Así funciona el bipartidismo: el PSOE insulta, agrede y transgrede. Y cuando les respondes en sus términos, el PP corre a su lado, cobarde, y ataca a los que simplemente se defienden».