El BCE descarta subir tipos en una «recesión prolongada y profunda»
La mayoría de sus miembros se inclinó por un alza del 0,75% en su última reunión
Nadie dentro del consejo de gobierno del BCE duda de que las perspectivas de inflación siguen empeorando. Tampoco de la conveniencia de seguir subiendo los tipos de interés. La única discusión que tiene lugar en el seno del órgano directivo versa sobre la intensidad de esas subidas, según se desprende de las actas de la última reunión, que acaban de ser publicadas. «Muy pocos miembros» expresaron su preferencia por aumentar la tasa de política monetaria en 50 puntos básicos, mientras «una gran mayoría» se inclinó por la subida del 0,75%.
«La opinión fue ampliamente compartida de que las perspectivas de inflación continuaron empeorando», afirma el documento, que se refiere a numerosos «acontecimientos que indican un riesgo creciente de que la inflación se arraigue». «La subida de 75 puntos básicos fue apoyada por una gran mayoría», quedó anotado, «se observó que los participantes del mercado estaban valorando un aumento de este tamaño. Sobre las decisiones futuras, las actas sugieren abiertamente que habrá más subidas de tipos y que «hubo un gran apoyo a la línea de ir valorando y tomando decisiones reunión a reunión».
«El BCE ahora necesita mostrar la misma determinación que cuando la inflación estaba por encima del objetivo, contrarrestando una inflación demasiado alta y evitando que se arraigue, independientemente del deterioro de las perspectivas», puede leerse en el texto, que anota también que «el crecimiento de los salarios se está ya acelerando, aunque todavía podría considerarse moderado». «Aunque el crecimiento de los salarios se estaba acelerando, aún podría considerarse moderado», dice también, pero desde que tuvo lugar esa reunión, el pasado 27 de octubre, los hechos se han ido acumulando.
Subida salarial
El sindicato alemán IG Metall ha llegado a un acuerdo con la patronal de la industria germana que se aplicará a unos cuatro millones de trabajadores y que incluye una subida salarial del 8,5% y un pago único de 3.000 euros para ayudar a paliar los efectos de la inflación sobre la capacidad adquisitiva de los empleados del sector. Después de este anuncio, la segunda vuelta ya no es discutible, al menos en Alemania.
La otra gran preocupación del consejo de gobierno, contrapeso de sus decisiones de política monetaria, es la recesión. «El debilitamiento de la actividad económica no sería suficiente para frenar la inflación de manera significativa», quedó registrado en las actas, «el consejo de gobierno debería continuar normalizando y endureciendo la política monetaria, mientras que podría querer hacer una pausa si hubiera una recesión prolongada y profunda», lo que supone un importante matiz a la determinación expresada por la presidenta del BCE, Christine
Lagarde, durante la rueda de prensa posterior a la reunión, en la que reiteró que el «único mandato del BCE es la estabilidad de los precios» y sugirió que, incluso en escenario de recesión, la prioridad sería la inflación.
A este respecto, los últimos cálculos del Instituto IFO vienen a limitar los temores del BCE. El índice IFO subió 1,8 puntos en noviembre y el estado de ánimo en los pisos ejecutivos de las empresas alemanas mejoró al comienzo de la temporada de invierno.
Este barómetro, consolidado como un importante indicador adelantado de la economía alemana y basado en una encuesta a 9.000 empresas, refleja un aumento del optimismo, aunque las empresas siguen preocupadas por su negocio actual. «Es probable que la recesión sea menos profunda de lo que muchos esperaban», explicó el presidente de IFO, Clemens Fuest, aunque señala también que el nivel de incertidumbre sobre un mayor desarrollo comercial se mantiene en un nivel alto.