El tripartito valenciano aprueba la introducción de la tasa turística
La Comunidad Valenciana dio ayer luz verde a la tasa turística y se convertirá en la tercera autonomía en España en facilitar su aplicación, tras Cataluña y Baleares. La aprobación llega después de siete años de debate en las Cortes valencianas y sale adelante a pesar de no contar con el apoyo del sector turístico, uno de los principales motores de la región, que considera que el nuevo tributo les restará competitividad. La introducción del impuesto está fijada para 2024 y será voluntaria para aquellas localidades de la comunidad que quieran aplicarla.
La tasa turística salió ayer adelante con los votos a favor del tripartito (PSPV, Compromís y Unides Podem), y pese al rechazo de PP, Ciudadanos y Vox, que votaron en contra de la nueva ley que permitirá a los municipios gravar hasta con dos euros por noche a cada visitante hospedado en cualquiera de las opciones de alojamiento turístico.
En concreto, la nueva ley contempla la posibilidad de que los ayuntamientos perciban 50 céntimos al día por cada visitante que se aloje en ‘campings’, hostales, pensiones, apartamentos turísticos estándar y casas rurales de hasta tres estrellas por un máximo de una semana; 1 euro para los hoteles de 1, 2 y tres estrellas; 1,50 para los establecimientos de tres estrellas superior y cuatro estrellas; y dos euros para los alojamientos de mayor categoría. Tan solo estarán exentos de su pago los huéspedes pertenecientes al programa de viajes del Imserso, además de menores de 16 años, entre otros colectivos.
En el sector hotelero, la aprobación ha sentado como un jarro de agua fría. Y más cuando se trata de una región que vive del turista vacacional, cuya estancia es de mayor duración. La patronal de los hoteles valencianos y de Benidorm,Hosbec, se ha mostrado muy dura con la imposición. En un comunicado calificaron el nuevo impuesto de «inoportuno», porque consideran que llegan en un momento «que castiga todavía más a empresas que no han superado aún los efectos de la crisis de la pandemia y que está inmersa en una compleja situación económica derivada de la inflación y de los incrementos de costes energéticos y de alimentación que forman parte básica de su prestación de servicios».