El PP rebate la «cacería política»
«El PSOE ha tenido cuatro presidentes en los últimos años y de esos, dos están condenados por los ERE, otra ha sido consejera de esos Gobiernos que repartían los ERE, igual que la Ministra de Hacienda y a esta corrupción la llaman ustedes cacería política». Estas palabras del portavoz popular en el Parlamento pronunciadas durante la sesión de control de ayer fueron la respuesta del PP andaluz a las acusaciones vertidas por los dirigentes del PSOE que han calificado como una «cacería política» la inminente entrada en la cárcel de Griñán. También el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, recordó al PSOE que recordó que «el Gobierno del PSOE ya no gobierna, y es el que tiene a todos los imputados. Andalucía tiene ahora un Gobierno que no tiene ni un solo imputado, un Gobierno limpio, no como ocurría con ustedes», a raiz de una pregunta del diputado socialista José Aurelio Aguilar sobre el presunto blanqueo de dinero en Marbella.
Y eso que la sesión estuvo marcada por un tono mucho más sosegado a pesar de las discrepancias políticas; había especial interés por mostrar la distancia que hay entre la crispación del Congreso de los Diputados y el tono que se emplea, generalmente, en la Cámara
andaluza. Sobre todo a raíz de los insultos a la ministra Irene Montero que se produjeron el miércoles en la Cámara Baja. El propio Juanma Moreno censuraba estas actitudes ante los periodistas antes de entrar en el salón de plenos. «Las descalificaciones personales en la política hacen un flaquísimo favor a la democracia. Me he quedado desagradablemente sorprendido y yo apuesto por un modelo de serenidad, sensatez y moderación».
Y en este esquema se produjeron los intercambios con los portavoces. El presidente de la Junta se comprometió a poner en marcha un «protocolo» específico para la escolarización de niños con problemas de salud, en el que su Gobierno lleva ya tiempo «trabajando». Lo hizo en sendas respuestas a la portavoz del grupo mixto-Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, y al presidente del grupo socialista, Juan Espadas. Rodríguez aludió a los casos de Adrián y Abel, unos niños de Herrera y Marchena que se encontraban con sus padres en la tribuna de invitados del salón de plenos.
La sesión de ayer también evidenció el cambio de rumbo de Vox que ha recibido órdenes de Madrid para tender puentes con el Gobierno, abandonando la crítica dura en la que se había instalado desde el pasado 19 de junio. La estrategia de Abascal pasa ahora por acercarse al PP andaluz, «España entera nos está mirando», dijo Gavira.