La llegada del metro al centro de Málaga se estanca pese a las promesas de la Junta
Las pruebas de seguridad siguen impidiendo abrir el tramo más demandado
Década y media es lo que duran ya las interminables obras del Metro de Málaga. Los trabajos han experimentado un ‘sprint’ en los últimos cuatro años con el cambio de Gobierno de la Junta, pero el mayor hito de todo el proyecto, la llegada de los trenes al centro histórico, se está haciendo esperar. Más de lo que esperaban los malagueños y el propio presidente andaluz, Juanma Moreno, que hace ya ocho meses auguró su inauguración para antes de que acabara el verano.
Inmersos ya en el mes de noviembre, desde la Consejería de Fomento liderada por Marifrán Carazo no confirman la fecha en la que los viajeros comenzarán a desembarcar en Guadalmedina -junto a El Corte Inglés- y Atarazanas -en plena Alameda Principal-. Son las dos estaciones supondrán un cambio considerable a la hora de moverse en metro por la capital, pues hasta ahora, las líneas 1 y 2 convergen en El Perchel, obligando a los usuarios a desplazarse a pie o en otros medios de transporte si su destino final era el centro.
Parecía que este 2022 se iban a acelerar los plazos. O al menos eso hacían ver los dirigentes autonómicos en cada una de sus visitas a las obras. La pregunta siempre era la misma en cada comparecencia: ¿para cuándo el metro al centro? Con la trayectoria de promesas incumplidas del proyecto, siempre se ha optado por hablar de aproximaciones y nunca de fechas concretos.
Un metro para la Feria
En enero lo hacía el que fuera consejero de Presidencia, Elías Bendodo, cuando se comprometió a que durante la pasada Feria de agosto los malagueños ya podrían disfrutar del recorrido. Llegó incluso a dejar entrever que tramo podría quedar inaugurado antes de los comicios andaluces cuando estos todavía no se había convocado. Pero ni lo estuvo antes del 19 de junio, ni cuando la ciudad se engalanó con casetas y farolillos, el deseo de Moreno.
«Si no es en agosto, será en septiembre», afirmó el presidente en otra visita semanas más tarde. La misma en la que manifestó su voluntad de que, en cualquier caso, la explotación comercial del suburbano hasta el centro pudiera llevarse a cabo antes del fin de la anterior legislatura.
Fuentes de la Consejería de Fomento consultadas por ABC aseguran que «se sigue trabajando para su puesta en marcha lo antes posible». Eso deja en suspenso la activación del tramo en otra fecha clave para la ciudad, y crítica en términos de movilidad, como es la Navidad, que reúne cada tarde a cientos de personas en el centro para contemplar el alumbrado y el espectáculo de luz y sonido de la calle Larios.
Sobre el terreno está todo prácticamente listo. Los trabajos de arquitectura de las dos estaciones -que han supuesto un coste cercano a los 30 millonesllevan terminados desde principios de año, aunque la Agencia de Obra Pública ha formalizado una prórroga del contrato hasta el próximo 30 de enero de 2023 para la ejecución de las instalaciones y arquitectura de estaciones del tramo entre El Perchel
y Atarazanas, que inicialmente vencía ayer miércoles 23 de noviembre, tal y como ha adelantado el diario Sur.
En los últimos meses, la infraestructura ha estado inmersa en las pruebas de seguridad y el elemento del proyecto que está protagonizando el retraso: el sistema de señalización que controla la presencia de los convoyes y regula la circulación en todo el trazado, denominado CBTC.
La empresa responsable de su instalación es Alstom y aún continúa inmersa en las comprobaciones para garantizar el perfecto funcionamiento del sistema. Es una incógnita cuando dará por finalizadas las pruebas la corporación francesa, momento que podría despejar las dudas respecto a la inauguración del tramo. Apenas 500 metros entre la estación Guadalmedina y la de Atarazanas cuya ejecución se ha enquistado hasta prolongarse durante una década.