El proyecto Ovoval convertirá en biomateria los residuos de los huevos rotos en los centros de embalaje
l Centro Tecnológico del Calzado (Inescop) investiga, en el marco del proyecto Ovoval, cómo transformar los residuos de los huevos de gallina que se rompen en los centros de embalaje en recursos renovables de aplicación en los sectores agroalimentarios, cerámico y de calzado de la Comunidad Valenciana. Según el informe «El sector de la avicultura en cifras», publicado en julio de 2022 por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Comunidad valenciana es la cuarta Comunidad autónoma productora de huevos con un 9,8% de la producción (110.817 miles de docenas) y en ella se encuentra algo más del 5% del total de instalaciones de gallinas ponedoras a nivel nacional, con 77 granjas.
Los huevos rotos son uno de los principales subproductos que se generan en estas instalaciones. De hecho, se estima que, al año, la Comunitat Valenciana genera alrededor de 2.300 toneladas de este subproducto. Aunque los huevos rotos pueden ser utilizados como compost o abono, lo habitual es que se entreguen a un gestor autorizado acarreando un importante coste económico, entre 60 y 150 euros la tonelada, dependiendo de la localización de la granja y del volumen generado.
Por ello, el proyecto Ovoval propone una solución integral basada en un modelo de economía circular que permita transformar
Eeste bioresiduo en recursos renovables para el desarrollo de bioproductos y biomateriales para diversas aplicaciones industriales. «Con la parte inorgánica del huevo, es decir, con la cáscara, obtenemos bio-carbonato cálcico, un material que se podría emplear como submateria prima en la composición de fritas para baldosas cerámicas o para la fabricación de suelas de calzado», explican desde Inescop.
Biopolímeros y bioestimulantes
Asimismo, con la parte parte proteica del huevo (clara, yema y membrana) «se podrán producir nuevos bioproductos de contenido proteico para el desarrollo de biopolímeros para la industria del cuero, o bioestimulantes basados en aminoácidos libres, de gran interés en la actualidad para reducir el gran impacto ambiental generado por el uso de fertilizantes sintéticos, así como en el desarrollo de cultivos ecológicos».
Además, los recursos renovables generados contribuirán al desarrollo de nuevos productos sostenibles en los sectores del calzado y la cerámica, permitiendo a las empresas avanzar hacia la descarbonización de los sectores industriales. El proyecto, liderado por Inescop, cuenta con participación de la Asociación Avícola Valenciana (ASAV), la Unió Llauradora i Ramadera, y el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC-AICE), la financiación de la AVI y la cofinanciación de la Unión Europea.
cuestionando el ciclo de vida completo a través de cuatro áreas de actuación.
Soluciones de ecodiseño
En primer lugar, mejorando el abastecimiento mediante la selección responsable de proveedores y materiales, al tiempo que desarrollan la trazabilidad del producto. El equipo de compras de Antalis trabaja cada día con los proveedores para ofrecer los productos más ecorresponsables. Favorecen los materiales de madera certificados FSC, PEFC, se abastecen de bioplásticos o plásticos reciclados, seleccionan plásticos reciclables y refuerzan la trazabilidad de la cadena de suministro con Antrak, una plataforma compartida con los proveedores para reforzar la trazabilidad y responsabilidad de la cadena de suministro de todos los productos de Antalis.
En segundo lugar, apostando por el ecodiseño. «Los ingenieros de ‘packaging’ se comprometen a diseñar los embalajes sin comprometer la protección del producto, dando prioridad a los materiales