Así juega Japón: sin Kamada no hay paraíso
Japón buscará superar la barrera de los octavos de final, algo que no ha logrado nunca en su historia. Moriyasu está instaurado en su banquillo desde hace cuatro años y duda entre el 4-1-4-1 o el 5-4-1 ante el partido frente a España. Le gusta combinar y modificar sistemas dentro del propio partido.
Defensa
Ante Alemania cambió de defensa de cuatro a la de cinco en el mismo partido. Dos laterales en modo carrileros que hacen daño. La profundidad de Tomiyasu, aunque no es fijo, es peligrosa. La salida de pelota es en corto, pero muchas veces no es así. De hecho, ante Alemania, creó peligro en largo, para buscar la segunda jugada. Yoshida e Itakura son fijos como centrales. Defensa zonal poco adelantada, la fe en su recuperación tras pérdida y contraataque rápido invita a pensar que cederá el protagonismo a España.
Centro del campo
Visión de juego si Morita (Sporting de Portugal) lleva el peso. Aunque todos pasa por Kamada (Eintracht), el hombre a cortocircuitar. Mediapunta por naturaleza se siente más cómodo por el centro, aunque puede caer al interior zurdo. Habilidad y remates potentes. En realidad Japón tiene mucho mediapunta, similares. Kubo no tiene asegurado el puesto.
Delantera
Por su sacrificio defensivo, Maeda, del Celtic, es el nueve titular. Presión sobre los centrales. Asano, uno de los héroes ante Alemania, podría ser sorpresa. Japón suele incorporar muchos jugadores al ataque, sin miedo a la contra.
Balón parado
Los defiende mixtos, una mezcla entre jugadores marcando en zona y jugadores marcando individual. En ataque, Kamada asume la responsabilidad de las faltas de forma radical. Aunque no es el fuerte de esta selección el juego aéreo. Yoshida es el jugador más buscado, muchas veces al primer palo. Clara tendencia en los saques de esquina a jugar en corto.