El PSOE de Huelva deja plantada a la ministra Teresa Ribera
Alcaldes del Condado y la presidenta de la Diputación no acuden al acto
Los alcaldes socialistas del Condado de Huelva no han acudido a la presentación del Marco de Actuaciones que el Gobierno va a realizar en Doñana a cargo de Teresa Ribera. Los regidores condales no respaldan la política estatal sobre un tema sensible que afecta a la mayor parte de la población. Nadie quiere salir en una foto en la que se cuestiona el futuro del principal motor económico de la comarca como son los regadíos. La ministra Teresa Ribera ha visitado Almonte para anunciar la inversión que realizará el Estado en el Parque Natural. Su única compañía fue la de la subdelegada del Gobierno Manuela Parralo y los ediles almonteños. Ningún cargo orgánico ni alcaldes de los municipios que forman el entorno de Doñana, afectados por igual. El rechazo tácito a la política del Gobierno es evidente. No ha estado la presidenta de la Diputación y secretaria provincial, María Eugenia Limón. No han estado tampoco en la foto los alcaldes de Lucena del Puerto, Moguer, Bonares o Rociana del Condado. Ni una inversión de más de 356 millones de euros ha logrado mediar en el conflicto. Desde el PSOE quisieron justificar el plante asegurando que el partido estuvo «representdo por el PSOE local» con los concejales socialistas en el ayuntamiento almonteño, y la subdelegada Manuela Parralo. No obstante, estas mismas fuentes no aclararon los motivos por los que ninguno de los alcaldes del entorno de Doñana ni la secretaria provincial del partido, María Eugenia Limón, se ausentaron.
La decisión, según ha podido confirmar ABC, se tomó en la tarde del martes cuando los regidores socialistas de forma coordinada decidieron no acudir en protesta por la política del Gobierno central hacia Doñana y los regantes. No sorprende cuando los planes pasan por el control del consumo en las concesiones y el seguimiento de cultivos en regadío mediante imágenes de satélite y la guardería fluvial. El Gobierno plantea la necesidad de incrementar los aportes de aguas superficiales para descargar los acuíferos, pero no aclara cómo piensa hacerlo ni da plazos para la esencial obra de la presa de Alcolea. Para los regantes, y sus alcaldes, las propuestas no aportan soluciones a sus problemas reales.
En este sentido, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha calificado de «barbaridad» que se haya vuelto a presentar la proposición no de ley sobre la ordenación de las zonas de regadío de la corona forestal de Doñana, porque «va en contra de todo el proceso complicado ante las instituciones europeas» y «no tiene sentido beberse el agua hoy pensando que con eso, haciendo populismo, se resuelve nada».
Ribera sí ha reconocido que se llevó «un disgusto grande cuando por sorpresa encontramos una proposición» que «no solamente desconocíamos, sino que era manifiestamente contraria a lo que ha sido un proceso muy complicado, muy delicado y con grandes implicaciones jurídicas, económicas y financieras ante las instituciones europeas y el resto de organismos internacionales que prestan atención a lo que ocurre en Doñana». «Eso afortunadamente decayó. Sí que uno de los grupos ha vuelto a presentar esta proposición, y me parece una barbaridad, porque creo que todos queremos un Doñana vivo no un Doñana muerto. No tiene sentido beberse el agua hoy pensando que con eso, haciendo populismo, se resuelve nada porque no es así», aseveró.
Ribera ha señalado que mantuvo una primera conversación con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, «en marzo del años pasado» y fue «un poco más complicada», sin embargo «coincidimos en Egipto hace apenas 15 días» y «me dijo que Doñana para él era muy importante y que podíamos contar para trabajar juntos». «Hoy presentamos esta propuesta a debate público y confío que en breve la Junta también haga pública sus iniciativas.