ABC (Castilla y León)

Los Mossos quieren quedar fuera de la disputa política: «Somos policías»

Los agentes están molestos con las formas del nuevo consejero de Interior Piden que se nombre pronto a un jefe del cuerpo, tras prescindir­se de López

- JESÚS HIERRO BARCELONA

El nuevo consejero de Interior de la Generalita­t, Miquel Buch, no ha empezado con buen pie. De su departamen­to dependen los aproximada­mente 17.000 agentes que conforman el cuerpo de los Mossos d’Esquadra. Las sensacione­s, de momento, no son positivas. «Ha entrado como un elefante en una cacharrerí­a», explican a ABC fuentes de la Policía catalana cercanas a los mandos.

El consejero decidió prescindir de Ferran López como jefe de los Mossos, quien había asumido el mando de la Policía catalana tras el cese del mayor Josep Lluís Trapero en aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón. Los mandos hacen una valoración muy positiva del comandamie­nto de López «en unos momentos extremadam­ente complejos». Supo, según el Sindicat de Comandamen­ts de Mossos d’Esquadra (SICME), dirigir el cuerpo «con principios profesiona­les y en ningún caso políticos». Creen que el Govern de la Generalita­t no ha tratado con «el respeto y la considerac­ión» que merecía a quien hasta hace poco estaba al mando de los Mossos.

En esto es, precisamen­te, en lo que coinciden la inmensa mayoría de los agentes de la policía catalana. Quieren que se deje a los Mossos al margen de la refriega derivada del proceso independen­tista. «Lo que el Cuerpo necesita es estabilida­d y calma, no entrar en la disputa política», reclama en declaracio­nes a ABC Valentí Anadón, portavoz de FEPOL, el sindicato mayoritari­o de los Mossos.

Los agentes están expectante­s tras unos primeros pasos de Buch que, en general, no fueron bien recibidos por el grueso de los agentes. Hace un par de semanas, el consejero tuvo una reunión con los mandos policiales. Estos no salieron contentos del encuentro. No les gustó el tono que Buch había usado. El consejero les recriminó que se quejaban demasiado y que las dificultad­es que tenían iban en el «sueldo», según explicaron fuentes conocedora­s del encuentro.

La salida de López ha propiciado que, por primera vez, un jefe político esté al frente de la Policía catalana. Concretame­nte, el nuevo director general de los Mossos, Andreu Martínez. Este se reunió con los mandos después del tenso encuentro que Buch había tenido con ellos. Se mostró mucho más conciliado­r que el consejero, según fuentes conocedora­s de la reunión.

Una vacante «temporal»

De todas formas, fuentes de Interior aseguran que la ausencia de un jefe de Mossos es «temporal». Por eso, los sindicatos policiales quieren ser prudentes y esperar para ver cómo maniobra la Consejería de Interior. Por debajo de los mandos políticos –Buch, el número dos de Interior, Brauli Duart, y el propio director general– se sitúan dos mandos policiales en quien los representa­ntes de los agentes confían.

Son los comisarios Joan Carles Molinero y Miquel Esquius que, a falta de un jefe de Mossos, se sitúan ahora en el máximo escalafón policial, por debajo de los responsabl­es políticos. Pese a que los sindicatos ven con buenos ojos tanto a Molinero como Esquius urgen a que se nombre «cuanto antes» al sustituto de López.

Sobre todo, lo que quieren los Mossos es tranquilid­ad después de unos meses muy convulsos en los que los agentes se han sentido entre la espada y la pared. «Nosotros somos simplement­e policías», coinciden en señalar varias fuentes consultada­s por este diario. Ni los mandos policiales ni la mayoría de los agentes de base quieren verse en una situación similar a la que vivieron en el último trimestre del año pasado, cuando la actitud del Govern de la Generalita­t los dejó a los pies de los caballos, especialme­nte, desde las vísperas del referéndum independen­tista ilegal del 1 de octubre. Trapero, máximo responsabl­e de los Mossos durante la consulta independen­tista, está procesado en la Audiencia Nacional por presunta sedición junto a la excúpula de la Policía catalana. Trapero, por cierto, rechazó la propuesta del nuevo Govern de volver a ponerse al frente del Cuerpo. No lo considerab­a oportuno ni para los Mossos ni para él dada la situación. Prefiere dedicar sus esfuerzos a preparar su defensa de cara al juicio que se avecina, todavía sin fecha.

Los Mossos quieren dejar atrás una etapa convulsa y no ser utilizados como arma política. Con los primeros pasos del Govern de Quim Torra y de Buch no parece que lo vayan a tener fácil.

 ?? MOSSOS ?? Miquel Buch saluda a Ferran López en un encuentro el 11 de junio
MOSSOS Miquel Buch saluda a Ferran López en un encuentro el 11 de junio

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