ABC (Castilla y León)

LA PELÍCULA DEL GUAPO

- ÁNGEL ANTONIO HERRERA

Cristiano es noticia se mueva mucho, o se mueva poco. Pero ahora es notición, porque hay denuncia en curso de una chica de una noche de Las Vegas.

Cristiano llegó a menudo al virtuosism­o de ser noticia sin noticia, y ahora veremos cómo repercute este asunto feo que le tiene de cromo principal en la página del fútbol de suite. En Cristiano, se da el fichaje de un futbolista, pero también el fichaje de un guaperas de spot y un titán con pendientes de club de fans. El tipo resulta el catálogo mayor de los de golazos de obús, pero también un apolo que antes de llegar al Real Madrid se daba unas vacaciones con la cuota correspond­iente de abdominale­s de cabaret. Cuando aquí aterrizó, venía de unos precalenta­mientos de asueto por el mundo, donde se cruzó una noche con Paris

Hilton, esa groupie de sí misma. También con la guapa que ahora pide justicia, y también una indemnizac­ión.

«Madrid la nuit»

Aquí se arriesgó, por aquel entonces, el pronóstico de un Cristiano de jarana, de un pichichi del «Madrid la nuit», pero luego resultó un atleta exacto que sólo salía de noche para invitar a jamón a la familia. Hablamos de un pelotero de diseño que desembarca­ba con limusina en algunas discotecas.

Viene de familia con más problemas que posibles. Los suyos, en una época, caminaban el costado salvaje de la vida. No extraña que ahora la hermana, cuando lo mira en lo alto del lío, lo adorne de supermán, en el patio infamante de las redes sociales.

Tuvo la biografía adversa, y se ha comprado un avión para llevar a la novia última, Georgina Rodríguez. A Cristiano le salvó en su día la droga benéfica del fútbol. Es cátedro en los coches de lujo, el tinte de metrosexua­l y las sílfides de pasarela.

Cuando le dan algún Balón de Oro, va al sitio como a los Oscar, entre actrices fastuosas y George Clooney.O sea, muy puesto de traje negro de spot, y un peluco como un ferrari.

Estamos ante el más famoso egoísta planetario, y eso del egoísmo no lo escribo con punta peyorativa, sino con el convencimi­ento de que sin un egoísmo de alta talla no se llega a ninguna parte. El egoísmo viene a ser un éxtasis del individual­ismo, y eso es lo que practica Cristiano, que ahora vive horas bajas, y se comprende.

Descubrió a Irina Shayk. Duró con ella más de cuatro años, que es el tiempo que tardó la chavala en ser para siempre un Cristiano de la pasarela, pero en hembra maravillos­a y con bikini de instagram.

Póster planetario

Cristiano le birló el trono de póster planetario a David Beckham, y le gana incluso si se pone a anunciar calzoncill­os, que es más o menos lo que anuncia también cuando se quita la camiseta. Está entre el increíble Hulk y el guapo de la película. Sólo que la película trae, en el guión impredecib­le, un abogado peleón de la parte contraria.

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Georgina en el jet de su novio

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