Primera foto de Sarah Ferguson con Felipe de Edimburgo en 26 años
La Duquesa de York posó junto a su exsuegro, con el que mantiene una tensa relación, en la boda de su hija Eugenia
Tres palabras le bastaron a lord Charteris, exsecretario de la Reina Isabel II, para definir a Sarah Ferguson: «Vulgar, vulgar y vulgar». Una valoración bastante extendida en la corte de los Windsor, hastiados de las continuas salidas de tono de la Duquesa de York que igual se dejaba fotografiar en Saint Tropez mientras su amante le lamía un pie que ofrecía acceso a su exmarido, el Príncipe Andrés, cuando ejercía como embajador comercial, a cambio de un millón de euros. «The royal blacksheep», «The royal shame» o «Duchess of Pork» fueron solo algunos de los calificativos que le regaló la mordaz prensa inglesa tras firmar su divorcio en 1996.
Poco a poco y con el paso del tiempo, Ferguson logró el «indulto» de parte de la Familia Real. Los últimos años la hemos visto charlar animadamente con la Reina Isabel II en las carreras de Ascot e incluso fue invitada varios veranos a pasar unas semanas de retiro en el castillo de Balmoral. Y con su ex mantiene una excelente relación, mucho más cercana que cuando estaban casados. Quien no la traga y no la tragará nunca es su exsuegro, Felipe de Edimburgo. Ambos coincidieron el pasado viernes en la boda de la Princesa Eugenia de York con el empresario Jack Brooksbank. A sus 97 años, el marido de la Reina Isabel II, apareció con muy buen aspecto y su chaqué impoluto en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Y por primera vez en 26 años, «Fergie» y Felipe de Edimburgo protagonizaron una imagen juntos: la foto oficial de familia tomada por Alex Bramall en el White Drawing Room del Castillo de Windsor. Este reencuentro ante las cámaras ha sido tan significativo para la Prensa inglesa que algunos tabloides como el «Daily Mail» han contactado con expertos en lenguaje corporal para analizar cómo se sentían mientras posaban. «Fergie estaba tensa y sutilmente aislada. A menudo hay poco o ningún contacto entre los miembros de la Familia Real en las fotos de las bodas, pero el amplio espacio alrededor de Sarah la aísla sutilmente para evitar cualquier señal de cercanía», comenta Judi James, experta en comunicación no verbal, al diario. La postura rígida de la Duquesa de York y con una sonrisa bastante forzada contrasta con el relax y la comodidad que se puede desprender de la manera en la que posan la Reina y Felipe de Edimburgo. «No pueden salir más felices. Sentados con su nieta detrás de ellos, la Reina esboza una sonrisa muy dulce, mientras que Felipe tiene un brazo casi extendido para sentarse de manera positiva y relajada». A la hermana de la novia, Beatriz de York, le atribuyen el papel de mediadora entre sus abuelos y sus padres. Una imagen analizada al milímetro que ya engrosa las páginas del álbum de os Windsor.
«Fergie estaba tensa y aislada», según una experta en lenguaje no verbal