Fernández propone un «rearme ideológico» del PP catalán para recuperar su espacio
▶ Casado: «Los que han ido a buscar al PP fuera del PP, que vuelvan a casa»
Alejandro Fernández se convirtió ayer en el nuevo presidente del PP catalán, en sustitución de Xavier García Albiol. Sitges (Barcelona) fue el escenario de un plácido congreso de los populares catalanes, que parecen olvidar aquellos momentos en los que el perdedor de un encuentro de este nivel salía a hombros y se consideraba ganador moral. Fernández –único candidato– obtuvo el apoyo del 97,1 por ciento de los compromisarios que votaron.
Al lado del nuevo presidente autonómico estará Daniel Serrano –presidente provincial del PP de Barcelona– como secretario general. Su tarea principal será la de llevar el día a día del partido, mientras Fernández se centrará en la actividad parlamentaria, cuyos escaños comparte con Albiol (que en breve concentrará sus esfuerzos en recuperar la alcaldía de Badalona), Andrea Levy y Santi Rodríguez, a su vez nuevo portavoz de los populares en la Cámara legislativa catalana.
El equipo de dirección lo completan seis vicesecretarios: Maritxu Hervás, Antonio Gallego, Albert F. Saltiveri, Àngels Esteller, Manuel Reyes y Marisa Xandri. Y, sobre todo, Juan Milián, que asume un cargo de nueva creación, el de coordinador general de Estrategia Política y Comunicación, que será pieza clave en la planificación de Fernández. A estos se suman 22 vocales (entre los que están Esperanza García y Eduardo Bolaños, jefe de gabinete de Fernández), los expresidentes del PP catalán (Jorge Fernández Díaz y Alicia Sánchez Camacho, entre otros) y nombres como Enric Millo o Dolors Montserrat.
Tres grandes retos
Más allá de los nombres y la renovación en los cargos, los populares catalanes tienen sobre la mesa tres grandes retos a corto plazo que ayer destacaron en los corrillos entre los casi 750 compromisarios que acudieron al XV congreso regional.
El propio Fernández señaló expresamente uno: «Vengo a proponer un rearme ideológico y propuestas liberales que sean atractivas para la ciudadanía». Una iniciativa de la que no dudan en las filas conservadoras. «Cogemos un enfermo y hemos de reactivarlo», señala a ABC uno de los nuevos vocales del Comité Ejecutivo. «Si hacemos lo que tenemos que hacer, la gente nos verá como alternativa y dejará de fijarse en Ciudadanos y Vox», añaden fuentes populares de la nueva dirección.
Un mensaje que también expresó en público Pablo Casado, presidente nacional del PP, encargado de cerrar el congreso: «No pido el voto útil, pido el voto fuerte. Los que han ido a buscar al PP fuera del PP, que vuelvan a casa porque fuera no lo han encontrado». Una alusión directa a Ciudadanos y Vox, flancos por los que el PP pierde activos y votos, según confiesan desde las mismas filas populares.
Así, sobrevivir electoralmente en Cataluña es básico y la derivada más importante de esta es la ciudad de Barcelona. Algunos de los compromisarios confesaron a este diario que no verían mal que el PP se sumase al efecto Valls, para intentar arrebatar el Ayuntamiento a los populistas, liderados por Ada Colau, y evitar que este caiga en manos de los independentistas. No parece que Fernández, con el apoyo de Casado, esté por la labor. Por lo tanto, los populares buscan candidato y centrarán su campaña en recordar que Valls es socialista.
Un tercer reto es la pacificación del PP catalán. «Hay que ver si el coste de pacificar el partido tiene réditos electorales», confiesa un miembro de la dirección nacional. Otro, de la ejecutiva saliente, advierte: «No ha integrado todas las sensibilidades». Con una Cataluña tan volátil electoralmente, solo los resultados darán o no la razón a Fernández, que ayer prometió a militantes y votantes: «Fortaleza democrática, firmeza y respeto al adversario, sin ser sectario».
«Firmeza»
El nuevo presidente del PP catalán promete «fortaleza democrática y respeto al adversario»