EL FALSO HIJO DE SIDNEY POITIER
David Hampton adoptó numerosas personalidades a lo largo de su vida, en la que convirtió la suplantación en un arte. Pero se superó a sí mismo en los años 80 en Nueva York cuando se hizo pasar durante casi dos años por el hijo del actor Sidney Poitier hasta que fue detenido y condenado a 21 meses de cárcel.
Nacido en Buffalo en 1964, hijo de un fiscal, Hampton era un adolescente fantasioso que soñaba con la fama y el dinero. A los 17 años, decidió trasladarse a Nueva York tras haber robado una agenda a un compañero de colegio en la que figuraban direcciones de sus amigos en esa ciudad.
Hampton intentó acceder al glamouroso Studio 54, pero se le negó la entrada. En ese momento se le ocurrió hacerse pasar por el hijo del protagonista de Adivina quien viene esta noche. Fabricó la historia de que le habían robado su equipaje, sus tarjetas y todas sus pertenencias en el aeropuerto de Los Angeles.
Su talento para la simulación era de tal calibre que pronto se convirtió en asiduo de los restaurantes, los teatros y los clubes de Manhattan, que creyeron su falsa identidad. Así logró relacionarse con personas famosas como Melanie Griffith, Calvin Klein, Gary Sinise o Leonard Bernstein, que le dieron entrada en sus casas y le prestaron dinero.
En 1983, fue arrestado por la Policía y enviado a prisión tras ser condenado a pagar 5.000 dólares de indemnización a los estafados. Pero no aprendió la lección y, tras salir de la cárcel, prosiguió con sus actividades.
En 1996, Hampton estaba en Seattle bajo el nombre de Antonio de Montilio y decía ser el hijo de un físico de la Universidad de Columbia. Volvió a contar la historia de que le habían robado al llegar a esa ciudad, a donde se había desplazado como enviado especial de Vogue para entrevistar a Bill Gates. Allí volvió a estafar a varios empresarios que le dieron trabajo hasta que fue descubierto.
La peripecia de Hampton inspiró al conocido guionista John Guare a escribir su vida para una película, que fue estrenada en 1990 con el título Six
Degrees of Separation en el Lincoln Center con notable éxito. Guare era amigo de Osborn Elliot, editor de Newsweek, que había echado a Hampton de su apartamento al encontrarle en la cama con otro hombre.
La película enfureció a Hampton, que amenazó a Guare con llamadas telefónicas y anónimos. El impostor acusó al guionista de haberle difamado y presentó una demanda en la que le reclamaba 100 millones de dólares por daños y perjuicios al considerar que lesionaba su intimidad y su honor. Naturalmente la acción judicial no prosperó.
Durante los últimos años de existencia y tras haber vuelto a la cárcel por fraude y estafa, Hampton se dedicó a recorrer las ciudades de la costa Este en busca de nuevas víctimas. Murió de sida en un hospital de Manhattan en julio de 2003 con 39 años.
Hijo de un fiscal, Hampton era un adolescente fantasioso que soñaba con la fama y el dinero