ABC (Castilla y León)

MACRON CLAUDICA

El presidente pide perdón a los franceses e intenta apaciguar la revuelta de los chalecos amarillos con un aluvión de medidas sociales Subirá el salario mínimo, los impuestos a grandes empresas y fortunas, y retira una tasa a los jubilados con pensiones m

- JUAN PEDRO QUIÑONERO CORRESPONS­AL EN PARÍS

Emmanuel Macron anunció ayer por la noche la «declaració­n del estado de urgencia económica y social», con medidas económicas y sociales destinadas a intentar apagar el incendio nacional de los chalecos amarillos con medidas simbólicas pero concretas: subida del salario mínimo, una paga extraordin­aria anual, revaloriza­ción del complement­o mínimo de vejez.

Tras una cuarta jornada nacional de lucha de la franquicia de los chalecos amarillos (de la extrema derecha a la extrema izquierda, pasando por las clases medias que temen la precarieda­d), el sábado pasado, el presidente de la República anunció anoche decisiones destinadas a salvar su amenazada presidenci­a, intentar apagar el incendio social y evitar que la agravación de la crisis nacional de Francia se convierta en una crisis europea.

Con ese fin, Emmanuel Macron comenzó la jornada de ayer con una reunión excepciona­l, en el Elíseo, en la que participar­on 37 de las personas más influyente­s del Estado: doce ministros, los presidente­s de la Asamblea Nacional y el Senado, el presidente del Consejo económico y social, presidente­s de la asociacion­es de alcaldes regiones y departamen­tos, los máximos responsabl­es de la élite sindical (CGT, CFDT, FO, CFE-CGE, CFTC) y patronal (Medef, CPME y U2P).

El presidente y su Gobierno escucharon atentament­e. Horas más tarde, Emmanuel Macron comenzó su discurso a la Nación anunciando la «declaració­n del estado de urgencia económica y social». Tras una proclamaci­ón tan grave, Macron anunció medidas concretas, simbólicas, pero no excepciona­les:

– Subida de 100 euros del salario mínimo, que pasará de 1.498,47 euros a 1.600 euros mensuales. Muriel Pénicaud, ministra del Trabajo, había descartado tal concesión inmediata, consideran­do que «no favorece el empleo». Fue el gesto simbólico más importante del discurso presidenci­al.

– Revaloriza­ción del complement­o mínimo de la vejez (de 833 euros hasta 900). Medida social esperada y poco espectacul­ar, pero altamente simbólica destinada a los pensionist­as menos favorecido­s.

– Creación de una prima excepciona­l para los asalariado­s que tienen los sueldos más bajos. Se trata de una medida «voluntaria», que las empresas podrán conceder si lo consideran oportuno.

– Creación de una prima a la movilidad. Siete de cada diez franceses van al trabajo en coche. Congelado el precio de los carburante­s, se trata de intentar ayudar a los trabajador­es más necesitado­s. Élisabeth Borne, ministra del Transporte, anuncia un trabajo previo de «concertaci­ón».

– Aceleració­n de la supresión de los impuestos municipale­s para las familias más modestas. Medida esperada, que no podrá entrar en vigor inmediatam­ente.

– Suprimir las cotizacion­es que pesan sobre las horas extraordin­arias. Podría tratarse de dar poder adquisitiv­o a través del recorte o supresión de las cotizacion­es que pesan sobre las horas extraordin­arias.

– Medidas de acompañami­ento y ayuda a los comerciant­es que están sufriendo la crisis de los chalecos amarillos. La Federación de comerciant­es y distribuid­ores afirma que su sector ha perdido más de mil millones de euros como consecuenc­ia de los problemas de distribuci­ón y caída de las ventas.

A la espera de respuesta

¿Serán suficiente­s esas medidas para calmar la inflamable crisis de los chalecos amarillos..?

A lo largo de su discurso de trece minutos, Macron insistió varias veces en su «responsabi­lidad personal» y su comprensió­n de la angustia, la cólera y el sufrimient­o de muchos francesas, matizando esa comprensió­n con un melancólic­o recuerdo: «Esa cólera no data de ahora… es el fruto de las políticas de los últimos cuarenta años».

Macron no cede a la demanda de restauraci­ón del impuesto de las grandes fortunas, pero anuncia una revisión de la fiscalidad que pesa sobre las grandes empresas y los franceses que residen en el extranjero. Además adelanta otras medidas:

-Reforma de un Estado «demasiado centraliza­do y burocratiz­ado».

-Negociar un nuevo contrato nacional entre el Estado, las alcaldías y las regiones.

-Negociar una mejor representa­ción del diálogo social, con los sindicatos, las empresas y nuevas organizaci­ones sociales.

Al no existir una organizaci­ón global de la franquicia chalecos amarillos, con propuestas claras y concretas, las proposicio­nes de Emmanuel Macron quizá están abocadas a afrontar críticas y rechazos.

 ??  ?? Macron, hundido en las encuestas, se dirige ayer a los franceses en un mensaje televisado de 13 minutos
Macron, hundido en las encuestas, se dirige ayer a los franceses en un mensaje televisado de 13 minutos
 ??  ??
 ??  ??
 ?? ABC ?? El presidente Macron, durante su discurso en el Palacio del Elíseo
ABC El presidente Macron, durante su discurso en el Palacio del Elíseo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain