La UE advierte del aumento del antisemitismo en los países miembro
Un estudio realizado por la Agencia Europea para Derechos Fundamentales (FRA) afirma que el 89% de los judíos que viven en Europa percibe un aumento del antisemitismo en su lugar de residencia durante los últimos cinco años. Es de esa opinión el 93% de los judíos de Francia, país más afectado según esta encuesta, y el 71% en Hungría, el menor de los porcentajes registrados. Pero el país en que más consecuencias factibles, al margen de las apreciaciones, tiene el antisemitismo, es en Alemania. El 52% de los judíos que viven en este país han experimentado en los últimos cinco años algún episodio de violencia antisemita, muy por encima de la media europea, que está en el 39%. Según este sondeo, que fue realizado en mayo y junio con entrevistas a 16.395 judíos residentes en 12 países europeos, el 38% admite que desea emigrar.
El delgado del Gobierno alemán para el antisemitismo, Felix Klein, reconoce que estos datos «son como un puñetazo en la cara y una vergüenza» para Alemania, pero también reconoce que no es precisamente una novedad. La comunidad judía alemana lleva años denunciando este creciente odio y sus consecuencias. El rabino Daniel Alter ha apuntado incluso la existencia de «no-goareas» para los judíos en Berlín. El presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Josef Schuster, ha aconsejado reiteradamente no llevar la «kipá» en barrios con alta presencia de población musulmana en toda Alemania, debido al creciente número de ataques.
Suben las condenas
Las entradas a las sinagogas y comercios judíos de Berlín continúan protegidas por parejas de policías. El presidente del Consejo Central de Judíos germano, Josef Schuster, se remite a los hechos: el número de condenas judiciales por delitos de antisemitismo aumenta desde 2013. Y subraya que detrás de ellos hay a menudo militantes violentos de grupos de extrema derecha.
Actualmente, unos 97.000 judíos declarados viven en Alemania, aunque la cifra real puede llegar fácilmente al doble. Se trata de la tercera comunidad de Europa, después de Francia (550.000) y Gran Bretaña (270.000). «Alemania está dispuesta a proteger a los judíos», han sido las palabras con las que la canciller Merkel ha intentado tranquilizar a la comunidad judía alemana ante el aumento de los ataques, pero la comunidad judía responde que «esas palabras no son suficiente».