Más de 1.000 dependientes cuentan con este apoyo en Castilla y León
Más de 1.100 dependientes de Castilla y León tienen asistente personal, un recurso muy flexible y compatible con otros, que «se adapta como un guante a las necesidades del usuario» y se ha multiplicado por seis en los últimos cuatro años, con la novedad de que los asistentes detectarán y activarán los protocolos de violencia machista. Estos son algunos de los datos que ofreció ayer el presidente de Predif en Castilla y León, Francisco Sardón, y el director general de Familia de la Junta, Pablo Rodríguez, durante la jornada de puertas abiertas del Servicio Integral de Asistencia Personal (SIAP) que cumple ahora dos años.
Es la prestación del futuro para los dependientes ya que permite, en los casos que es posible, tomar las riendas de la vida en el mundo laboral, los estudios o el ocio y tiempo libre, y además es un recurso compatible con otros de la dependencia como la ayuda a domicilio o el cuidador, e incluso con la estancia residencial.
Sardón detalló que esos dos años el SIAP ha formado a 350 asistente personales, tiene una bolsa de 256 asistentes, y como novedad están formando ya para que puedan detectar y activar los protocolos ante casos de maltrato en las mujeres discapacitadas.
Llegar al medio rural
En los últimos dos años el propio Predif ha concedido 150 prestaciones a asistentes personal a través de esa oficina, puesta en marcha en colaboración con la Junta, con el fin de potenciar un servicio que estaba en la ley de dependencia nacional y poco conocido por la falta de desarrollo normativo estatal, informa Efe. Ahora la apuesta de Predif es poder llevar esa figura del asistente personal al mundo rural, a través de los centros «fisioner» que Aspaym tiene en la Comunidad, con el objetivo de que haya uno en cada provincia.
De momento hay esos centros de servicio de fisioterapia, desde los que se ofrecerá el servicio de asistente personal, en Matapozuelos, en Valladolid, Sahagún, en León y Paredes de Nava, en Palencia. Lo lógico es que los asistentes personales, que reciben 50 horas de formación, y que no requieren tener cualificación previa, sean del entorno del dependiente, explicó Sardón.
Otro de los colectivos al que se dirige la figura del asistente personal es el de los menores, con una veintena de prestaciones concedidas, que permiten a esos usuarios ir definiendo cuanto antes sus decisiones vitales en estudios o trabajo.
Castilla y León es la segunda comunidad que más prestaciones de asistente personal ha concedido, solo por detrás del País Vasco, en una apuesta por la herramienta que más autonomía da a los dependientes, concluyó.
Por su parte, el director general de Familia y Políticas Sociales de la Junta, Pablo Rodríguez, se mostró «satisfecho» con el resultado y auguró que aún queda «mucho recorrido», pese a que Castilla y León es la segunda región con mayor número de prestaciones de asistencia personal, informa Ical. Con el deseo de que las personas tengan «mayor bienestar e integración» y puedan desarrollar su proyecto de vida, estimó que la asistencia personal es «la figura adecuada para ello», ya que permitirá que las personas dependientes alcancen «más autonomía».
La segunda región
La Comunidad es la segunda con más asistentes personales por detrás del País Vasco