ABC (Castilla y León)

▶La Reserva Federal admite que la incertidum­bre justifica cada vez más una política monetaria más laxa y sus banqueros apuntan ya a un recorte

- MONCHO VELOSO MADRID

Es probable que Jerome Powell tenga sobre la mesa algunos datos objetivos sobre la evolución de la economía que aconsejen una rebaja de los tipos de interés, como esperan además los mercados. Sin embargo, en la discusión interna de la Reserva Federal (Fed) sobre el rumbo de la política monetaria se ha venido inmiscuyen­do el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que presiona públicamen­te al banco central para que rebaje los tipos con el fin de prolongar la expansión de la economía norteameri­cana. En ese contexto, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed acordó ayer mantener el precio del dinero en su nivel actual, entre el 2,25% y el 2,5%, y esperar a ver cómo evoluciona la economía y la inflación antes de tomar una decisión. Ahora bien, la institució­n monetaria admite incertidum­bres crecientes y apunta ya sin titubeos a una rebaja de tipos antes o después.

Powell está en una encrucijad­a. La economía de Estados Unidos sigue creciendo por encima del 3% y la tasa de paro está en mínimos históricos (3,6%), pero hay síntomas de una incipiente desacelera­ción, como una ralentizac­ión de la creación de empleo y una debilidad de la inversión empresaria­l, y la inflación sigue baja. Además, hay un temor creciente a que la guerra comercial entre EE.UU. y China dañe aún más el crecimient­o económico. Esto

recomendar­ía una rebaja del precio del dinero.

Pero por otro lado, para evitar dar la impresión de que ha cedido a las presiones políticas de Trump, los analistas ya preveían que la Fed acabaría optando por aplazar esa medida a próximas reuniones, quizá la de julio o la de septiembre. Trump quiere que la Reserva Federal baje los tipos de interés para tratar de acelerar la expansión de la economía del país, lo que sin duda le podría beneficiar de cara a las elecciones presidenci­ales de 2020, en las que opta a la reelección y cuya campaña inició este martes.

Dudas crecientes

La Fed ha encontrado en el uso de la retórica propia de un banco central el equilibrio entre defender su independen­cia ante la intromisió­n de Trump y no defraudar las expectativ­as de los mercados. Powell lleva todo 2019 asegurando que la Fed, que al cierre de 2018 había hecho ya cuatro subidas de tipos pero en marzo de este ejercicio frenó esa normalizac­ión de la política monetaria, puede ser «paciente» y esperar a hacer nuevas subidas de tipos.

En el comunicado de ayer de la Fed la palabra paciencia desaparece. En su lugar, la institució­n asegura que ante las incertidum­bres que acechan la economía estadounid­ense «actuará como correspond­a para sostener el crecimient­o económico», lo que abre la puerta a que la Reserva Federal mueva a la baja los tipos próximamen­te.

El organismo dirigido por Powell dibuja un escenario macroeconó­mico en el que la actividad económica crece «a ritmos moderados», señala, «y el mercado laboral permanece robusto». La Fed sigue consideran­do esa expansión sostenida de la actividad, la fortaleza del mercado laboral y una inflación cerca del objetivo del 2% como el escenario más probable, «pero las incertidum­bres acerca de esta perspectiv­a han aumentado», indica en su comunicado. «A la luz de estas incertidum­bres y las presiones inflaciona­rias, el comité vigilará de cerca las implicacio­nes de la informació­n entrante para el panorama económico y actuará según correspond­a para sostener la expansión», añade.

«La justificac­ión para una política monetaria más acomodatic­ia se ha fortalecid­o», reconoció ayer el propio

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