Elegir gobierno
Nací en 1958, y no pude refrendar la ley de reforma política, ni elegir a las Cortes constituyentes, pero sí voté en el referéndum constitucional, y en todos y cada uno de los referéndums y de las elecciones habidas después, porque creo que es un derecho y un deber hacerlo. Poder elegir a mis representantes políticos en el ejercicio de mi soberanía me parece cada vez más necesario.
Los españoles nos hemos acostumbrado –pese a una ley electoral troquelada, sobreponiéndonos a los escándalos de corrupción y sintiéndonos defraudados por algunos acuerdos extraparlamentarios vergonzantes– a que todas las decisiones políticas que se tomen desde el gobierno de turno sean previamente debatidas, enriquecidas y hasta consensuadas, si esto último fuese posible, en las Cortes y en el Senado. Este es el mandato renovado de los electores en 2019, que siendo más exigentes pedimos además consenso desde el inicio, en la conformación inicial del próximo Gobierno. Aplíquense. Alumnos de Primaria la que compartíamos una de estas celebraciones. La ceremonia fue entrañable, y nos emocionamos con la música, los cantos y la espontaneidad de los niños. Cuando ya nos marchábamos, me llamó la atención el resumen de uno de los asistentes: «Un día inolvidable, pero lo que más me ha gustado es ver junta a toda la familia».
Recordé entonces que según los medios de comunicación la familia es una de las instituciones más valoradas por los españoles, y pensé que quizá deberíamos fomentar más esos encuentros. No reservarlos solo a