Sánchez se apoya en Macron para intentar doblegar a Rivera
▶ El presidente francés desautoriza al líder de Cs por decir que le había felicitado por sus pactos
El presidente francés Emmanuel Macron «se entiende bien desde el punto de vista personal y político» con el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y cada vez peor con el líder de Ciudadanos Albert Rivera. Ayer Macron desautorizó de forma tajante a Rivera, después de que este hubiera dicho que el dirigente francés le había «felicitado» por sus alianzas en España. La cercanía entre Sánchez y Macron podría tener efectos directos en la política interior española y en la actitud de Ciudadanos ante la investidura de Sánchez.
Aunque el presidente Macron no estaba ayer personalmente en la reunión de los centristas («Renovar Europa» se llama ahora el grupo), el sentimiento acerca de la actuación de Ciudadanos en las alianzas en España no es precisamente favorable para París. «Ni de cerca ni de lejos hemos felicitado a Ciudadanos, no sé de dónde sale esta historia», dijo ayer tarde una fuente del Elíseo confirmando que su verdadero aliado en España es el PSOE y no Ciudadanos.
Eso explicaría también la curiosa forma de entender la coherencia política del propio Sánchez, porque insiste en reclamar en España lo que él mismo se niega a aceptar en Europa. Ayer dijo a su llegada a la reunión del Consejo Europeo en Bruselas que «la responsabilidad de PP y Ciudadanos, como partidos que se dicen de Estado, es facilitar la investidura, no bloquear y garantizar una cierta estabilidad al Gobierno de España», pero poco antes había dado órdenes al grupo socialista europeo, cuya portavoz es la sanchista Iratxe García, para que anunciase que no darán su apoyo a la candidatura del popular Manfred Weber a la presidencia de la Comisión, a pesar de que ha sido el más votado.
Sánchez tuvo ayer una apretadísima agenda de reuniones con diferentes líderes europeos ya que fue encargado por el grupo socialista para dirigir las negociaciones en el reparto de los cargos en los principales instituciones europeas. Él y su colega portugués António Costa son los que debían ayudar a los demás miembros del Consejo a llegar a un consenso, pero Sánchez se ha preocupado sobre todo de acercarse al presidente francés Emmanuel Macron, que ha encontrado en el dirigente español el mejor aliado para intentar que por primera vez desde que existen las instituciones comunitarias el grupo popular fuera puesto en minoría. Evidentemente, las buenas relaciones entre Sánchez y Macron, que en el Elíseo confirman en todas las instancias, tienen un claro damnificado que es Albert Rivera, a quien Macron le reprocha que haya accedido a pactar con Vox y, por deducción, también que se niegue a hacerlo con el PSOE.
En cuanto a Podemos, Sánchez volvió a decir que es su «socio prioritario», pero eso no significa que acepte la idea de que haya ministros de la formación morada. En este caso, a Sánchez se le hace muy evidente que los ciudadanos quieren un Ejecutivo «liderado por el PSOE» y ha reiterado que ellos ya han explicado a Pablo Iglesias cómo definen el «Gobierno de cooperación» que les han ofrecido. Es decir, Sánchez sigue pensando que necesitará la lealtad del apoyo de Podemos sin contrapartidas muy vistosas, para permitir a Ciudadanos que le apoye también al menos en la investidura.
Pero como le recordó también el líder del PP Pablo Casado, la coherencia de Sánchez no funciona en todas partes. Casado, que también acudió por su parte a la reunión de los populares europeos, consideró «muy grave» el pacto en el Parlamento de Navarra entre PSN y los vasquistas de Geora Bai que ha permitido la entrada de los herederos de ETA, EH Bildu, en la Mesa y en la Cámara. «Quiero mandar un mensaje muy claro a Pedro Sánchez –dijo Casado–. No se puede estar con Bildu, los proetarras y al mismo tiempo pedir que se abstenga el Partido Popular. Porque somos completamente incompatibles». Casado insistió en que está «muy preocupado con la situación en Navarra» porque «Pedro Sánchez está ya dejando muy claro con quién quiere ser investido». «Al final se está planteando que en una comunidad autónoma, el Partido Socialista gobierno gracias a los sucesores de Batasuna, aquellos que aún no han condenado los 800 asesinatos de la banda terrorista ETA y eso hace incompatible cualquier abstención», ha recalcado, tras dejar claro que Navarra es «el eje de operaciones del independentismo» y «del anexionismo por parte de los nacionalistas del País Vasco». Casado acabó diciendo que en estos momentos en Navarra «o se está con los demócratas, los constitucionalistas, que condenan la violencia etarra o se pacta con aquellos que intentan blanquearla y que no renuncian a su historial criminal».
Y pese a ello, Sánchez insistió a su llegada al Consejo Europeo, que es importante trasladar a los dos partidos PP y ciudadanos, la responsabilidad que él considera que tienen también para «evitar el riesgo» de una repetición electoral. A diferencia de la legislación española, en la UE esa posibilidad de tener que volver a pedir a los ciudadanos que voten no está prevista y sería imposible de aceptar.
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