MÁS DE MIL AGENTES TOMAN CIUTAT VELLA Golpe policial en Barcelona contra los «narcolateros»
«¿Cerveza, “beer”, amigo?». Los vendedores ambulantes que cada noche inundan las calles barcelonesas para vender latas de cerveza a los transeúntes, especialmente a los turistas, aprovechaban también para entrar en contacto con potenciales clientes a los que ofrecer todo tipo de drogas; sobre todo cocaína pero también heroína a los «yonkis» que sabían que ya estaban enganchados. Ayer, mil agentes de los Mossos d’Esquadra, Policía Nacional y de la Guardia Urbana tomaron el distrito de Ciutat Vella de la capital catalana en un macrodispositivo conjunto contra estos «narcolateros».
Al cierre de esta edición, los agentes habían practicado más de una veintena de detenciones y habían irrumpido en 35 viviendas, almacenes e incluso restaurantes para hacerse con abundantes cantidades de heroína, cocaína, drogas sintéticas, dinero en efectivo y armas blancas. Lo explicaron ayer en una atención conjunta portavoces de los tres cuerpos policiales, que comparecieron junto al consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch. Alguno de los pisos que los agentes registraron ayer eran utilizados por la red como punto de venta para el consumo de heroína.
Esta red de vendedores, la mayoría de origen pakistaní, había aprovechado el vacío que dejó el golpe policial que en octubre del año pasado los Mossos dieron a los «narcopisos» del Raval –que entones controlaban mafias dominicanas– para hacerse con el mercado de la droga en Ciutat Vella y el frente marítimo de la capital catalana. Los investigadores dan por «acabado» el fenómeno de los «narcopisos». Desde 2017 las fuerzas de seguridad han desmantelado 182 de estos locales y practicaron 245 detenciones. Los grupos pakistaníes se aprovecharon de este vacío para intensificar su actividad delictiva y tomar el control del mercado de droga en la zona histórica de la capital catalana.
La investigación contra esta red de «lateros» se inició hace un año y fue bautizada como Suricat. Ahora, el operativo conjunto de Mossos y Policía Nacional, con la colaboración de la Guardia Urbana, ha decidido daar el golpe a las puertas del verano, cuando la actividad de los vendedores ambulantes de bebidas se intensifica ante la avalancha de turistas.