Declaran culpable a el jefe de la secta sexual Nxivm
Convirtió la organización que creó en los noventa en un coto privado donde esclavizar y abusar de mujeres
Gérard Collomb, as «esclavas» han derrotado al «maestro». Keith Raniere, el líder de una secta sexual que esclavizaba, abusaba y extorsionaba a mujeres, ha sido declarado culpable por el jurado encargado de decidir su suerte en un tribunal de Brooklyn (Nueva York).
Raniere convirtió Nxivm, la organización de autoayuda y desarrollo personal que montó en los años noventa, en un coto privado sexual, con esclavas para uso, a las que llegó a marcar en la piel sus iniciales, como al ganado. Después de un juicio de seis semanas y una deliberación de día y medio, el jurado declaró culpable a Raniere de los siete cargos que enfrentaba: crimen organizado, tráfico sexual, conspiración, trabajos forzados, robo de identidad, explotación sexual de menores y pornografía infantil.
La fiscal del caso, Moira Penza, aseguró en su alegato final que Raniere era un «jefe criminal sin límites» y que, en el círculo íntimo que montó con sus seguidoras, «él era el dueño de su universo». «Se retrataba a sí mismo como un sabio y un genio», defendió tras el veredicto Richard Donoghue, fiscal principal en el distrito de Brooklyn. «Sus crímenes, y los crímenes de sus cómplices, arruinaron matrimonios, carreras, fortunas
Ly vidas». Lo dijo a la puerta del juzgado, donde también compareció la actriz Catherine Oxenberg, madre de una joven que cayó en las redes de Raniere. «Salvaron a mi hija», dijo sobre los fiscales, «salvaron a muchas otras mujeres». Junto a ella se encontraba Toni Natalie, expareja de Raniere, quien también ha luchado para acabar con él y sus prácticas.
Nxivm se convirtió en una organización de autoayuda de éxito, con clases y talleres por los que pasaron más de 16.000 personas. En 2015, Raniere creó un grupo de élite dentro de la organización, desde donde se cometieron la mayoría de los abusos. Se llamaba The Vow («El juramento») o D.O.S., un acrónimo para una frase en latín que se traduce como «El maestro de las compañeras femeninas obedientes». En él, reclutaba a mujeres como esclavas sexuales. Primero les obligaba a entregar fotos con desnudos o cartas en las que dieran información embarazosa sobre su vida, como muestra de su compromiso con el «maestro». Después, podían ser extorsionadas con esa información para que no revelaran lo que ocurría dentro de D.O.S.
Dentro de la organización, Raniere
obligaba a las mujeres a tener encuentros sexuales solo con él, creó una ceremonia iniciática en la que les marcaba a fuego en la piel sus iniciales y repartía castigos y abusos. Una mujer, por ejemplo, fue encerrada dos años en un cuarto por querer tener relaciones con otro hombre.
Seguidores fieles
No lo hizo solo. Se valió de un grupo de seguidores fieles, también sus esclavas, que se encargaban de reclutar a otras mujeres. Entre la élite de esclavas, había famosas, como la actriz Allison Mack, protagonista de «Smallville»; o Clare Bronfman, heredera del imperio de bebidas alcohólicas Seagram. Cinco de ellas se enfrentaron a imputaciones, aunque todas, al contrario que Raniere, reconocieron su culpabilidad para buscar una pena inferior.
La defensa de Raniere trató de retratar lo que ocurría en Nxivm como actos sexuales voluntarios, aunque fueran «repulsivos, asquerosos y ofensivos». No convencieron al jurado, cuyo veredicto de culpabilidad hará que el líder de la secta se enfrente a una posible pena de cadena perpetua. La sentencia se decidirá a finales de septiembre.