Varane, a expensas de Ramos
Acaba contrato en 2022 y no ha renovado porque el futuro del capitán afecta a su continuidad
Sorprendió en el Lens. Un central alto, espigado, que sacaba el balón jugado con criterio y cortaba el ataque rival con limpieza, sin patadas, sin estruendo. Llegó a los 18 años al Real Madrid, sin alharacas, era un desconocido para el gran mundo del fútbol y en poco tiempo se hizo con un sitio en el centro de la defensa en una rotación constante con Ramos y Pepe. Observador de la liga francesa, Zidane recomendó el fichaje cuando era consejero de Florentino Pérez. El entrenador de la época, Mourinho, le vio jugar, aprobó su contratación y la decisión fue un éxito. Es titular fijo desde hace un lustro. Diez años después de su llegada, cuando marcó el sábado los dos goles en El Alcoraz señaló con un dedo el escudo de su camiseta y su sien. Varane quería ensalzar por encima de todo el amor al equipo que le ha hecho triunfar. Era su manera de decir que continuará en la casa siempre que el club quiera. Hoy tiene 27 años, acaba contrato en 2022 y no ha renovado. La pandemia y las negociaciones con Ramos tienen su porvenir en la recámara.
Es el Real Madrid el que debe decidir el futuro de Varane. Si el capitán se marcha, la entidad tiene previsto ofrecer al francés una renovación por cuatro o cinco temporadas, pues sería demasiado arriesgado desprenderse de su dos centrales de golpe. En esa hipótesis, el jugador pensará entonces en acabar su carrera vestido de blanco. Si el sevillano se queda, la entidad tendrá al «5» como uno de los futbolistas que puede estar en el mercado, porque su valoración internacional es muy buena para obtener un dinero, 70 millones, que la empresa necesita en el objetivo de cubrir el presupuesto con el menor déficit posible.
Acabar aquí o abrir otro reto
La situación desvela que Varane está bien considerado en el club, pero el propio jugador ha dejado entrever que ya lo ha ganado todo en el Real Madrid y no le importaría atacar otro reto, en el PSG, en la Juventus o en la Premier, en un campeonato diferente. Ya dejó entrever esa opción desde que obtuvo la última Champions, la cuarta de su palmarés, después de celebrar tres Copas de Europa consecutivas.
Es esta posición abierta del defensa nacido en Lille la que permite tener a su empresa las dos barajas sobre la mesa. Pero Varane desearía tener decidido su futuro cuanto antes. La operación de Ramos retrasa los plazos y afecta a su situación profesional.
El Real Madrid destaca «su fortaleza de carácter cuando las cosas van mal». Señalado en Mánchester por fallar en los dos goles del City, dio la cara y asumió su culpabilidad. «Pocos lo hacen», advierten en Valdebebas. «Ha aguantado los palos sin decir nada, mordiéndose la lengua. Va siempre con arrojo, hacia adelante, dentro y fuera del campo». Lo más importante es que las acusaciones no le afectaron psicológicamente en su rendimiento.
Sus dos tantos decisivos en Huesca fueron una liberación personal. Había que sacar la casta y la demostró. Criticado por rendir mejor cuando Ramos está a su vera, quería contestar que también sabe jugar sin el capitán. Si se va, será por intereses económicos, no por cuestiones deportivas.