«Cambié EE.UU. por Londres por miedo a la pandemia»
mota. Se les hace también un seguimiento académico para que cuando se incorporen reanuden las clases con total normalidad. Hay internados en Estados Unidos que, incluso, someten periódicamente a los alumnos y al personal docente a una PCR, a pesar de que residan en el propio colegio.
Por otro lado, a los alumnos no se les permite viajar a casa durante el trimestre, sólo en Navidad y Semana Santa. «Esto asegura que no haya contagios. Si un alumno debe salir por una urgencia –afirma González de Gregorio–, tiene que volver a hacer su confinamiento. Una vez pasada la cuarentena, puede llevar una vida normal, hacer actividades en grupo, asistir a sus clases, relacionarse y obtener un rendimiento académico idóneo».
Patricia es una joven madrileña acostumbrada a pasar temporadas de verano en Estados Unidos para perfeccionar su nivel de inglés. Siempre quiso estudiar allí la carrera de Ingeniería, pero el Covid19 cambió su destino.
«Me matriculé finalmente en Londres. Mentiría si dijera que el coronavirus no me da miedo y que me ha frenado el hecho de ir a Estados Unidos a estudiar. En Londres me siento más cerca de casa por si pasa cualquier cosa y así también mi madre y mi abuela están mucho más tranquilas».
Patricia duerme actualmente en una residencia de estudiantes. «Tengo una habitación para mí sola, la cocina en teoría es para 8 personas, pero ahora solo somos tres. En la residencia y en las clases siempre debemos tener puesta la mascarilla. Estoy muy contenta de haber tomado la decisión de venir a Londres a estudiar porque estoy segura de que me va a ofrecer muchas oportunidades para mi futuro». Mientras, «mi madre y abuela no paran de enviarme maletas llenas de mascarillas», asegura entre risas.