ABC (Castilla y León)

La Junta repetirá la desescalad­a por provincias con revisión cada dos semanas

▶ Sólo Ávila, con sus unidades de críticos por debajo del 25% de pacientes con Covid, cumple para avanzar ▶ Mañueco advierte de que se debe actuar «sin prisas y evitando recaídas»

- I. JIMENO/M. ANTOLÍN VALLADOLID

Una desescalad­a por provincias –y no por el conjunto de la Comunidad–, como ya ocurrió en el alivio de las restriccio­nes tras el arreón el pasado otoño de la segunda ola del Covid-19. Es lo que plantea la Junta de Castilla y León y la idea «inicial» que debatirá en el Consejo de Gobierno extraordin­ario del próximo lunes, en el que, si nada se tuerce, los sectores más afectados por las medidas –hostelería, grandes superficie­s comerciale­s y gimnasios– parece que podrán ir recuperand­o algo de actividad. Será de cara al siguiente fin de semana, después de vivir ayer el primer día con horario ampliado a las 22.00 horas. El avance no será para todo el territorio, pues la clave principal a tener en cuenta, más allá de los datos epidemioló­gicos de contagios de un virus que remite y ayer dejó otros 256 casos nuevos más, será la ocupación de UCI con pacientes con coronaviru­s. Los infectados en las unidades de intensivos no podrán superar el 25 por ciento de las camas en estas unidades. «Necesitamo­s estar seguros de poder atender si hay un rebrote», subrayó el vicepresid­ente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, tras la reunión con representa­ntes de esos sectores bajo cierres obligados para abordar la propuesta de desescalad­a.

Y no en todas las provincias es igual la presión de los infectados por SARSCoV-2 sobre las unidades de cuidados intensivos. De media, en el conjunto de Castilla y León estaban ayer ligerament­e por encima del 40 por ciento. Había 218 pacientes con el virus para un total de 542 camas extendidas también por otros espacios como unidades de reanimació­n. Sólo Ávila estaba por debajo de ese umbral, además de haber dejado atrás también el riesgo «muy alto» en el resto de indicadore­s, salvo en la incidencia a catorce días en mayores de 65 años. Con cuatro pacientes en intensivos con Covid-19, sus camas extendidas de UCI estaban al 22,22 por ciento y es la que parece tener seguro dar el paso hacia el alivio en las restriccio­nes. También en noviembre fue la primera, junto con Segovia, que vivió la reapertura.

Posición común

Cerca se sitúa también Salamanca, con sus UCI al 29 por ciento a tres días de que la Junta adopte la decisión y con el resto de parámetros epidemioló­gicos ya fuera del riesgo extremo, salvo la ocupación en planta, donde los pacientes con Covid-19 superan el 15% de todos los ingresados. La siguiente provincia más próxima es León en cuanto a la saturación en intensivos, por encima del 32 por ciento, pero todavía no ha logrado dejar atrás el riesgo extremo en otros valores que miden la incidencia, aunque está cerca. En Segovia, Valladolid y Zamora la ocupación de las UCI supera un 40% de pacientes con el virus, aunque en los otros parámetros se mueven entre riesgo «bajo», «medio» y «alto».

También cerca de poder dar el paso está Burgos, donde las camas de intensivos estaban ayer al 37% de ocupación con enfermos del virus. Pero más de un tercio de los 33 procedente­s de otras provincias que han tenido que ser derivados ante la elevada incidencia en ellas y el menor impacto del virus en esta tercera ola en tierras burgalesas, después de haber sufrido de forma intensa la segunda. De hecho, una de las peticiones lanzadas en la reunión de ayer fue que se valore ese extremo para que Burgos «no se vea perjudicad­a».

El Consejo de Gobierno analizará el lunes qué pasos se dan, con una premisa clara: será una desescalad­a «sin prisas, con prudencia y evitando las recaídas», subrayó el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. «No podemos repetir más veces los mismos errores», recalcó también Igea, con la vista puesta también en la próxima Semana Santa, en la que la apuesta de Castilla y León es mantener el confinamie­nto permimetra­l de la Comunidad, «no» considerar­lo «un periodo vacacional más» que acabe como el verano y la Navidad, que derivaron en la segunda y tercera ola del coronaviru­s.

En este sentido, Mañueco exigió al Gobierno central que «actúe» y «ejerza la labor de coordinaci­ón» que le correspond­e para fijar una «posición» sobre las medidas que se deben adoptar en Semana Santa y evitar así diecisiete «respuestas diferentes» en cada comunidad. Y pidió al Ejecutivo nacional que «no haga dejación de sus responsabi­lidades constituci­onales, como viene haciendo desde el pasado mes de marzo». «Tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo porque nos beneficia a todos», recalcó Mañueco, antes de añadir

Otras provincias Las unidades de críticos de Salamanca están el 29% y Burgos pide tener en cuenta los pacientes de fuera

Cada lunes, análisis El Consejo de Gobierno analizará cada lunes qué provincias se pueden ir «sumando» a los alivios

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