Lori Lightfoot, la alcaldesa que excluye a los periodistas blancos
Dijo ayer Pedro Sánchez en su alocución sobre el futuro que en 2050 la mitad de la población tendrá estudios superiores. Anda, como esos 100 investigadores universitarios que no han cobrado ‘ni un céntimo’ para hacer el documento de 656 páginas con 50 grandes objetivos para los próximos 30 años. Ahora sólo falta que los objetivos tengan nombre, como las ODS (los objetivos de desarrollo sostenible) y nos machaquen. Ser universitario no es bueno por sí. Mejor ser electricista y cobrar por el enchufe. En su visión del futuro, los perros se atarán con longaniza. Va a haber tanto trabajo que necesitaremos 191.000 inmigrantes al año. «Tenemos ambiciones iguales o superiores a las que tuvieron los dirigentes de hace 40 años, pero ahora tenemos herramientas mucho más completas para lograr nuestros sueños». Música de Disney. El mundo es cascaaaada de colores, mágico mundo de colores.
Lo que no sé es qué clase de gente habrá en España dentro de 30 años. Más preocupante que los sueños sanchezcos fueron las palabras de la ministra Celaá donde Alsina. Le pregunta Rubén Amón por la pérdida de autoridad de los profesores y dice la señora que «el profesor tiene que ganarse esa autoridad, conectar con el alumno». Amárrame los pavos. Conectar con el alumno. Todos los profesores tienen que ser el John Keating de ‘El club de los poetas muertos’.
Siempre recuerdo lo que Javier Orrico escribe en ‘La tarima vacía’: «Cada vez que cambia una ley, los pedagogos de la Administración, bien engrasados por los didactas de las facultades de Educación, acuden a los centros a recordarles a los profesores que, como funcionarios, no tienen otro remedio que acatar las instrucciones que reciben». Según Celaá, que da nombre a la octava ley de la democracia, las instrucciones podrían recibirlas también de los alumnos. La pequeña sociedad socialista real e igualitarista creada por la LOGSE lleva la igualdad al delirio. Lo mismo da un alumno que un profesor. Acabaremos leyendo: «Ningún alumno ha sido importunado en su educación». Si en 2050 hay algo parecido a la educación.
A saber qué clase de gente hay en España en 2050