«Rabat ha mostrado sus malas prácticas. Tenemos que cerrar filas en casa y con la UE»
ra negociar ese apoyo a cambio de otras contraprestaciones: estabilidad en la frontera, colaboración antiterrorista, etc.
Una escalada de incidentes en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla podría desencadenar un conflicto amplio; nunca es buena política ignorar los peores escenarios posibles. Y si hay una amenaza clásica para la defensa de España esta es la que representa la reivindicación periódica de la soberanía de estas dos ciudades.
Militares estadounidenses y marroquíes, durante el planeamiento de las maniobras militares ‘African Lion 21’, el pasado 20 de enero en un lugar de Marruecos
DIRECTOR DEL OBSERVATORIO DE CEUTA Y MELILLA Y PROF. DE RELACIONES INTERNACIONALES DE LA UNED
Marruecos mantiene desde hace meses un pulso con varios países, por no decir con el mundo entero. Crecido por sus logros en relación con el Sahara Occidental con apoyos árabes y africanos, e incluso en Iberoamérica, más la declaración presidencial de Donald Trump. Nos urge a otros países a hacer lo mismo. España se resiste, y con razón pues es respetuosa con el Derecho Internacional y a Marruecos le duele. Y todo ello sin olvidar las inamistosas declaraciones del jefe de Gobierno marroquí, Saadeddine El Othmani, cuando dijo, también en diciembre, que tras resolver lo del Sahara se ocuparían de nosotros, de Ceuta y Melilla.
Sin duda, el apoyo de EE.UU. a la soberanía marroquí del Sahara Occidental ha supuesto un cambio geopolítico, con Marruecos crecido en términos regionales y considerando desde Rabat que las debilidades que han percibido tanto en Madrid como en Argel les ayudan en sus propósitos.
Es en efecto lo que le gustaría, y lleva a cabo toda una campaña de influencia en España, en relación con círculos políticos, medios de comunicación, etc.
Ceuta y Melilla peligran si no son atendidas y mimadas. Tenemos que ver el cierre de la frontera terrestre por Marruecos y este último atrevido salto adelante como una doble oportunidad. Cerrando la frontera terrestre nos
Un caza estadounidense F-18 (derecha), en una operación de repostaje con un F-5 de la Fuerza Aérea de Marruecos, durante un ejercicio aéreo en Marruecos obliga a diversificar la economía de las ciudades autónomas, algo necesario desde hace décadas pero que nunca se intentó en serio. Con este gesto inamistoso Rabat ha mostrado sus cartas y sus malas prácticas, y tenemos que conseguir cerrar filas tanto dentro de casa como con el resto de la UE para tener unas relaciones futuras con Marruecos perfectamente saneadas. Sin acritud pero con claridad de ideas como España y como Europa y con fórmulas aceptables, con una vecindad bien definida. No será fácil pero es lo que debemos esforzarnos por lograr.
«Argelia podría verse tentada a aumentar la influencia de Rusia como un contrapeso»
AUTORES DEL INFORME SOBRE MARRUECOS DEL INSTITUTO DE SEGURIDAD Y CULTURA
La chispa que ha detonado la crisis es el tratamiento que está recibiendo el líder del Polisario, Brahim Ghali, en un hospital en Logroño. Sin embargo, la cuestión de fondo es la cuestión del Sáhara Occidental y la ventana de oportunidad que implica para Marruecos que los Estados Unidos reconocieran la soberanía marroquí sobre la antigua colonia española. Marruecos entiende que debe aprovechar la coyuntura actual para doblegar la postura de algunos países europeos respecto al Sahara Occidental. En este contexto, el Polisario inició hace unos meses un conflicto militar de muy baja intensidad con Marruecos. Por lo tanto, el gobierno marroquí pretende aislar al Polisario del máximo número de apoyos externos posibles, para de ese modo evitar que el Polisario pueda escalar la intensidad de la guerra con la que intentan hacer descarrilar el plan de Marruecos de absorber el Sahara Occidental mediante su plan de autonomía.
El reconocimiento de EE.UU. de la soberanía de Marruecos es de por sí un cambio importante. Las dos cuestiones clave ahora, más allá del aspecto diplomático del reconocimiento, son: si esa decisión azuzará el conflicto hasta una escala de intensidad más elevada; si el cambio de situación en el Sahara Occidental implicará una amenaza para Argelia, que podría verse tentada a aumentar la influencia de Rusia como un contrapeso.
El reconocimiento de la marroquinidad del Sahara Occidental por parte de España sería una ruptura de la línea política mantenida hasta el momento. Basada en la resolución de la ONU y compartida por otros Estados euromediterráneos con mayor o menor ambigüedad.
La crisis actual, sin embargo, tiene más que ver con la guerra de baja intensidad que libran Marruecos y el Frente Polisario, y los intentos del Gobierno marroquí de aislarles internacionalmente. No obstante, la cuestión de fondo está en la insistencia de Marruecos de que se acepte su plan de autonomía del Sahara Occidental, que echaría por tierra el Plan Baker. Por ejemplo, el asunto del plan de autonomía, que por el momento España no ha aceptado, es la causa de que Marruecos haya dilatado la cumbre entre ambos países.
Una vez Marruecos haya resuelto la cuestión del Sahara Occidental, sí podrían estar en peligro las dos ciudades autónomas. Ceuta y Melilla son asuntos muy candentes en la mentalidad e historia de Marruecos. El deber de todo Sultán de Marruecos siempre fue hacer la yihad contra los dos enclaves españoles. Si así fuera, si considerasen que el signo de los tiempos ha cambiado, España se enfrentaría entonces a un conflicto de coerción estratégica, zona gris y operaciones multidominio, para el que las Fuerzas Armadas españolas no están bien equipadas ni adaptadas doctrinalmente.