«Garzón rectificó el decreto de publicidad del juego porque no gustó en su partido»
El sector del juego privado enfrenta un momento difícil por la caída de ingresos derivada del impacto de la pandemia, pero también por las regulaciones restrictivas que se ciernen tanto sobre las casas de apuestas como sobre la publicidad del juego online, con el último decreto aprobado a finales del año pasado. En una entrevista, el director general del Consejo Empresarial del Juego (Cejuego) –la patronal de las empresas privadas del sector–, Alejandro Landaluce, denuncia la doble vara de medir de la ‘ley Garzón’ con el juego público y el privado y asegura que hay un interés claro por beneficiar a Loterías del Estado y a la ONCE. —¿Cómo afectó el Covid a los resultados de las empresas del juego privado durante 2020?
—Todavía estamos cerrando los datos oficiales, pero hemos calculado que los ingresos del año 2020 cayeron alrededor del 55-60% respecto a los 5.000 millones de euros de 2019. Cerramos los salones de juego el 14 de marzo de 2020 y no volvimos a abrirlos hasta el 14 de junio, fuimos de los últimos. Además, hemos estado gran parte de 2021 con horarios, aforos restringidos y toques de queda, por lo que seguimos afectados.
—¿De qué forma afectará la ley que restringe la publicidad del juego online al negocio del sector?
—La limitación de la publicidad no se nota al día siguiente, sino a largo plazo. Poco a poco, a los nuevos jugadores no les sonarán las empresas legales del juego porque ya no salen en la televisión y se irán trasladando a las plataformas del juego ilegal. El negocio todavía no lo ha empezado a notar por el periodo de carencia de la norma. A partir de agosto, la publicidad del juego online se quedará en cero y será ahí cuando se verá el efecto. —¿Por que rectificó el ministro de Consumo, Alberto Garzón, el decreto de publicidad del juego online y aprobó uno diferente al presentado inicialmente? —El primer borrador del real decreto se hizo de forma bienintencionada, se estudió y se analizó un problema y los técnicos del juego informaron al ministro de Consumo de la solución necesaria. Pero, ese decreto no gustó porque él había vendido que iba a acabar con la publicidad del juego antes de ser ministro.
Dejó desilusionada a la gente de dentro de su propio partido y así se lo hicieron entender. Acto seguido se hizo un proyecto totalmente diferente con una prohibición clara del juego privado, que es el que presentó y mandó finalmente a Bruselas. El decreto no gustaba dentro de su propio partido y justificarlo
«El Estado quiere quedarse con toda la publicidad del juego y quitar la del juego privado»
implicaba un coste político muy grande y él optó por decir: os doy lo que queréis y ya está. Alberto Garzón dio marcha atrás y rectificó el actual decreto, que no tiene ningún equilibrio con el anterior. —¿Se ha aprobado esta ley con una doble vara de medir respecto al juego público?
—Es algo que clama al cielo. El propio Estado ha hecho una ley en la que prohíbe la publicidad del juego privado un domingo a las 10 de la mañana, algo que me parece correcto. Pero, el juego público, que es del propio Estado, puede emitir publicidad a cualquier hora y cualquier día. Es decir, se van a seguir viendo anuncios de los ‘rasca’ de la ONCE para población joven, quinielas –que son apuestas deportivas– sorteos de Euromillones y de La Primitiva en cualquier horario. Es más, Loterías del
Estado y la ONCE están aprovechando el vacío que va a dejar el juego privado y están firmando convenios de colaboración con la Liga de fútbol, entre otros, y ocupando sus espacios. —¿Quiere decir que el Estado trata de sacar beneficio?
—Está aumentando la participación y la publicidad del juego público. Es una estrategia clarísima del Estado para quedarse con toda la publicidad del juego y quitar la del juego privado. Cualquier persona se da cuenta de que esto es una doble vara de medir y un escándalo. La única empresa del Estado que da beneficios es Loterías y ya sabemos el acuerdo que tiene la ONCE con el Gobierno y, evidentemente, es para favorecerlos. Además, todo el mundo respeta que un vendedor de la ONCE esté en la puerta del colegio y nosotros tenemos un control en todos los locales. También se nos están imponiendo distancias a los colegios y luego hay quioscos donde se venden tanto chuches como ‘rascas’..