Abróchense el cinturón
Con la campaña de vacunación lanzada podemos avanzar lo que pueda pasar con la economía española en las próximas semanas porque podemos fijarnos en lo que ha pasado en aquellas economías que van por delante en la reapertura económica. El consumo se va a recuperar de forma brusca. Por un lado, el exceso de ahorro acumulado, o una buena parte, y por otro, las ganas de recuperar el tiempo perdido van a llevar a que el consumo rebote con fuerza a medida que se vaya recuperando la confianza. Recuperación rápida, brusca y que no tiene precedentes. En un segundo momento, se pasará del consumo de bienes al de servicios. Viajes y restauración de los que, lógicamente, se beneficia mucho la economía española. Otra palanca van a ser las exportaciones a medida que se recupere la demanda interna de nuestros socios comerciales. Esta tendencia también favorece mucho a la economía española, que es una de las más abiertas de la Unión Europea. A medida que avancen las semanas veremos cómo se recupera el turismo extranjero. También va a ser en tromba. Y dará un enorme empujón a la economía española, sobre todo, a partir del tercer trimestre. Tendrá una traslación inmediata en la recuperación del empleo que debería recuperar niveles pre-Covid este mismo año. Así, es bastante probable que, como estamos viendo en Estados Unidos, se aceleren las revisiones al alza de las estimaciones de crecimiento. En el caso español, en el escenario que acabamos de describir, no es descartable que la economía acabe creciendo muy por encima de lo que ahora espera el consenso. Y de forma estructural estas dinámicas económicas se trasladarán al precio de las casas. Los tipos de interés reales negativos –todos los caminos llevan últimamente a tipos reales negativos– son gasolina en vena para el sector inmobiliario. Tenemos por delante unos cuantos años de viento de cola en el residencial con lo que eso supone para la economía española. Puede que alguno se sorprenda con lo que va a pasar en la economía en las próximas semanas o meses. No deberían. Se está cumpliendo prácticamente punto por punto los hitos de una crisis motivado por un ‘shock’ exógeno. Estamos ya en la parte buena. No olviden abrocharse el cinturón.