10+1 razones para ir a la concentración
▶La intención de Sánchez de liberar a los presos del 1-O, rechazada por los españoles, debilita la unidad nacional y la defensa del país en el extranjero El empecinamiento de Sánchez ha situado al Gobierno en una posición de choque frontal contra el Poder
La pretensión de Pedro Sánchez de indultar a los doce dirigentes sediciosos separatistas, condenados por el Supremo en octubre de 2019 a penas de hasta 13 años de cárcel, ha suscitado una ola de rechazo en la mayoría de la opinión pública y por parte de todos los partidos constitucionalistas de la oposición. Ese malestar se expresará hoy con una multitudinaria manifestación en la plaza de Colón de Madrid, a partir de las doce del mediodía y convocada por la plataforma cívica Unión 78. Aunque la iniciativa del #13JIndultosNO proviene de la sociedad civil, se sumarán a la marcha los dirigentes y numerosos cargos del PP, Vox y Ciudadanos. El lema de la convocatoria es «contra la concesión de indultos a los condenados por sedición en Cataluña y en apoyo al poder judicial, atacado por el Gobierno de Sánchez». A continuación, diez razones para sumarse a la protesta:
El empecinamiento de Sánchez en indultar a presos sediciosos, dirigentes en los partidos que lo sostienen en La Moncloa, ha situado al Gobierno en una posición de choque frontal contra el Poder Judicial y supone una desautorización expresa al Tribunal Supremo. El 22 de diciembre del pasado año, la Fiscalía del Supremo se opuso a los indultos al no apreciar «razones de justicia, equidad ni utilidad pública». A su juicio, Sánchez solo busca «satisfacer intereses políticos coyunturales», mediante una gracia que consideran «arbitraria».
El Supremo también ha rechazado los indultos. Lo hizo el pasado 26 de mayo, con un contundente informe de 21 folios que tuvo como ponente a Manuel Marchena: «Se presenta como presos políticos a aquellos que han sido causantes de una movilización encaminada a subvertir unilateralmente el orden constitucional y voltear el funcionamiento ordinario de las instituciones», lamenta el escrito.
También se argumenta que «la pena tiene una función e incumplirla empuja a la constitución de un nuevo Estado que solo existe en la imaginación de sus promotores». El Supremo señala que «no hay la más mínima prueba o el más débil indicio de arrepentimiento». De hecho, recuerda que los presos han expresado «su voluntad de reincidir».
PP, Vox y Ciudadanos comparten un rechazo total a los indultos y sus dirigentes estarán en la manifestación de hoy. El PSOE se retrata quedándose solo en el bando de los separatistas.
Entre los muchos sondeos que se han publicado sobre los indultos no existe uno solo donde los españoles se muestren a favor, a pesar de la intensa campaña de propaganda del Gobierno. El rechazo a las medidas de gracia de Sánchez resulta también mayoritario entre los votantes del PSOE. Según el último Barómetro de GAD3 sobre la cuestión, dos de cada tres españoles están en contra (66% frente a 21,2%). Algunos estudios demoscópicos han llegado a elevar el rechazo hasta un 80%. Se trata por tanto de una medida tomada contra el sentir de la opinión pública española.
Felipe González, el referente vivo más importante del PSOE, declaró en una entrevista televisada que «en estas condiciones» se opone a los indultos. En la misma conversación reconoció que se siente «huérfano de representación» en el PSOE de Sánchez. El que fuera su vicepresidente, Alfonso Guerra, los ve «políticamente indeseables y políticamente ilegales». En su opinión, «si el tribunal dice que no se dan las condiciones, el Gobierno no los puede dar, sería un acto ilegal». Recuerda además que los indultos son una gracia a título individual, no colectivo. Emiliano García-Page ha sido el barón del PSOE más claro: «Sería una de las decisiones más graves de la democracia. Más que una medida de gracia me parece una desgracia». El presidente de Castilla-La Mancha recuerda a su jefe de filas que «la sentencia del 1-O es tan legítima como la que provocó la moción de censura [contra Rajoy]». Fernández Vara, el presidente extremeño, manifestó a finales de abril que «resulta evidente que no debe ser indultado quien no quiere serlo». Posteriormente se acobardó ante la presión de la cúpula de su partido y matizó su postura tras el artículo de Junqueras. Joaquín Leguina, expedientado por Ferraz, ha sido el más gráfico entre los veteranos socialistas: «Los indultos son una bajada de pantalones».
Es la prueba de que estamos ante una maniobra política que tan solo atiende a intereses tácticos cortoplacistas. En octubre de 2019, tras la sentencia del Supremo, Sánchez recalcó que «el acatamiento de la senten