Sánchez los deja atrás
La sucesora de Iglesias insiste en encarnar un perfil antisistema con el que no puede ya competir con un PSOE echado al monte
El discurso refundacional de la agendadora de Pablo Iglesias, ahora encargada del negocio familiar, confirma el grado de desorientación del partido morado, inconsciente de haber sido superado en sus esencias y estrategias antisistema por el sanchismo. Había tanto fondo de armario en las tiendas de campaña del 15-M que quedarse en el maximalismo revolucionario representa un derroche de las ideas y ocurrencias que salieron de aquella acampada, tan creativa y recreativa como desaprovechada en sus hallazgos más pintorescos. Como esqueje de Podemos, Más País ha sabido diversificarse, centrarse en el mercadillo alternativo y bajar el tono en unas cuestiones de Estado que el Gobierno se encarga ya de pervertir con autoridad y mando en plaza. Belarra no se ha enterado de que es el PSOE de Sánchez el que lidera la operación de derribo del pacto constitucional. Es el propio jefe del Ejecutivo el que agrede al poder judicial y devalúa la democracia con una saña que nunca tuvo Pablo Iglesias, y es su ministro del Interior el que primero llamó al PP «organización criminal», con todas las letras. Así no se puede competir. Encargada de llevarle la Agenda 2030 a Pablo Iglesias, Ione Belarra no se ha molestado en actualizarla. Su objetivo –dice– es crecer, salir a ganar y hacer de Podemos la fuerza mayoritaria. No sabe con quién se la está jugando. Que le pregunte si acaso a Otegui, al que Sánchez también le tiene mucho aprecio.