El Gobierno espera que Sánchez tenga su primera conversación con Joe Biden
España tiene el segundo peor gasto en defensa de la OTAN ▶
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asistirá hoy en Bruselas a la cumbre de la OTAN en la que el foco estará en los márgenes. Es en esta ‘tierra de nadie’ –sin protocolo– donde prevé tener una primera conversación con el presidente de EE.UU., Joe Biden.
Ambos mandatarios deberían conversar –si hay tiempo suficiente– sobre asuntos como la crisis diplomática entre España y Marruecos en la que EE.UU. podría interceder, la soberanía del Sahara Occidental, la tasa Google que el Gobierno español quiere imponer a las tecnológicas, la ‘guerra de los aranceles’ que sufren productos españoles o sobre Venezuela, con la fuga en España de Hugo Armando Carvajal, exjefe de Inteligencia de Venezuela. Pero más allá del encuentro con Biden, la cumbre debería alumbrar otras cuestiones en lo referente a España y sus aliados:
Uno de los titulares que dejará la cumbre será la organización por parte de España de la cumbre de la OTAN en 2022, coincidiendo con el 40º aniversario de la entrada de España. España sólo la organizó previamente en 1997.
En la cumbre de Cardiff (2014) los aliados se comprometieron a alcanzar el 2% del PIB en inversión de defensa en 2024. Fue una llamada de atención tras la guerra de Rusia en Ucrania y el desfase de muchos sistemas de defensa aliados tras años de bajada de las inversiones por la crisis de 2008-2014. Ese objetivo parece inalcanzable por nuestro país. España, la cuarta economía de la UE, es el penúltimo país en gasto de defensa según el PIB con el 1,02%. Tan solo Luxemburgo, con el 0,57%, tiene peor registro. Diez países alcanzan ese registro del 2%: Grecia, EE.UU., Croacia, Reino Unido, Estonia, Letonia, Polonia, Lituania, Rumanía y Francia. Frente a Donald Trump, Sánchez se comprometió a alcanzar ese 2% que, tras la pandemia, se ve como irrealizable.
Actualmente España despliega unos 600 militares en misiones internacionales con la OTAN. Las principales son la permanente de Letonia con carros de combate (305 militares); la permanente de misiles Patriot en Turquía (149); la de Policía Aérea en el Báltico, entre mayo y agosto, ahora en Lituania (130); y las contribuciones a las misiones navales de Sea Guardian en el Mediterráneo y las agrupaciones navales. Todas las misiones están asentadas y continuarán. Respecto a la de Policía Aérea del Báltico con aviones de combate, España podría añadir Rumanía y el mar Negro como otro escenario, alternándolos cada año. Además de estas, España
mantiene un grupo de siete soldados en Irak con la OTAN. Allí nuestro país despliega otros 130 soldados, pero dentro de la coalición internacional que intervino para frenar la expansión del Daesh. España tiene comprometido para el 2020-2022 un batallón de 550 efectivos que se desplegarían en un escenario de la OTAN en caso de necesidad.
La base de Rota y los cuatro destructores de EE.UU. allí operativos desde 20142015 es una de las principales contribuciones de España a la relación con Washington y la OTAN, ya que estos buques forman parte del sistema de defensa antimisiles. La renovación del convenio de defensa entre España y EE.UU. es un asunto pendiente entre Sánchez y Biden. Este año el acuerdo se prorrogó ante el cambio en EE.UU.
España defenderá una ‘visión 360 grados’. Es decir, se entiende y comparte la clásica preocupación de la Alianza Atlántica por el flanco Este, sobre todo a raíz de la guerra en Ucrania y la anexión de Crimea a Rusia. Sin embargo, España y países como Francia desean que la OTAN se involucre más en la situación de seguridad en el Sahel.