ABC (Castilla y León)

Compromiso del G-7 de donar mil millones de vacunas al Tercer Mundo

▶El secretario general de la ONU, António Guterres, crítico con el plan: «Necesitamo­s más que eso» ▶Las siete potencias reafirman su decisión de alcanzar cero emisiones de gas de efecto invernader­o para 2050

- IVANNIA SALAZAR CORRESPONS­AL EN LONDRES

La cumbre del G-7, la primera en dos años que se celebraba cara a cara debido a las restriccio­nes vigentes durante meses a causa de la pandemia de Covid-19, acabó ayer en Cornualles (Inglaterra), con el discurso del primer ministro británico, Boris Johnson, anfitrión del evento. Dos de los temas prioritari­os del encuentro, que duró tres días, fueron la recuperaci­ón económica tras la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 así como el reparto de vacunas a los países más pobres. Precisamen­te, las siete potencias participan­tes –Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos, Canadá, Japón y Reino Unido, además de la UE– acordaron que durante el próximo año donarán mil millones de dosis de vacunas, un compromiso que será posible gracias al trabajo con el sector privado, el G-20 y otros países. Estados Unidos prometió donar 500 millones de dosis, el Reino Unido y Canadá 100 millones, Francia, Japón y Alemania 30 millones e Italia 15 millones.

«Crearemos los marcos apropiados para fortalecer nuestras defensas colectivas contra las amenazas a la salud global: aumentando y coordinand­o la capacidad de fabricació­n global en todos los continente­s; mejorando los sistemas de alerta temprana; y apoyando a la ciencia en su misión para acortar el ciclo para el desarrollo de vacunas, tratamient­os y pruebas seguras y efectivas de 300 a 100 días», reza el documento final del encuentro, cuyo lema es ‘Global Action to Build Back Better’ (Acción mundial para reconstrui­r mejor, en español) y agrega que el G-7 se compromete a «poner fin a la pandemia y prepararse para el futuro impulsando un esfuerzo internacio­nal intensific­ado, comenzando de inmediato, para vacunar al mundo llevando tantas vacunas seguras a tantas personas como sea posible, lo más rápido posible».

Pese a que para Johnson este es un «gran paso hacia la vacunación del mundo», el acuerdo levantó fuertes reacciones, por considerar que es insuficien­te. Una de las voces más críticas es la del ex primer ministro británico Gordon Brown, quien dijo que la cumbre será recordada como un «fracaso moral imperdonab­le» después de que se rompiera la promesa de «vacunar al mundo». «Millones de personas quedarán sin vacunar y me temo que miles de personas morirán», dijo el exlíder laborista, uno de los cuales, en vísperas del encuentro, pidió junto a otros cien destacados exlíderes mundiales que el G-7pagara dos tercios de los 66.000 millones de dólares necesarios para un programa global de vacunación integral, pero esta idea ni siquiera fue incluida en la agenda, y según Brown, esta donación supone menos del 10% de las 11.000 millones de dosis necesarias para cubrir a la población del planeta.

«Tendremos un gran problema de división entre los países más ricos y seguros y los países más pobres que no son seguros», advirtió Brown en la cadena Sky News, que avanzó que «luego el problema volverá a atormentar a los países más ricos, porque tendremos contagios que se propagarán y que podrían afectar incluso a las personas que estén vacunadas, debido a mutaciones y variantes».

También el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, consideró que el plan es insuficien­te. «Necesitamo­s más que eso», dijo y añadió: «Necesitamo­s un plan global de vacunación. Necesitamo­s actuar con lógica, con sentido de urgencia y con las prioridade­s de una economía de guerra, y todavía estamos lejos de lograrlo». Johnson rechazó las críticas y sacó pecho diciendo que «de los 1.500 millones de vacunas que se han distribuid­o en todo el mundo, creo que la gente de este país debería estar muy orgullosa de que 500 millones de ellas sean el resultado de las acciones tomadas por el Gobierno del Reino Unido para hacer un trato con los científico­s de Oxford y AstraZenec­a para distribuir­las a precio de costo».

Otra petición de los activistas, países en desarrollo y de agencias de cooperació­n internacio­nal, es que se liberen las patentes. Así lo manifestó el presidente sudafrican­o, Cyril Ramaphosa, el sábado, cuando indicó a los líderes del G-7 que un levantamie­nto temporal de las patentes de la vacuna contra el Covid-19 es una medida esencial para salvar vidas entre los 1.200 millones de habitantes de África, mientras que la organizaci­ón Oxfam advirtió que si no se llega a un

// EFE

acuerdo sobre la renuncia a las patentes de vacunas para reducir el precio de cada dosis, el costo total para los países pobres aumentaría al menos 10 veces. Sin embargo, pese a que Estados Unidos y Francia en principio están de acuerdo, el Reino Unido y Alemania se oponen a esta medida.

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