La mujer de 41 años se enfrenta a cadena perpetua tras matar al padre de sus tres hijos con la pistola de él
Francia se mantiene en vilo por Valérie Bacot, violada durante 24 años por su padrastro ▶
El infierno. Desde los 12 años. Es el resumen de la vida de Valérie Bacot, que el próximo 21 de junio se enfrenta a cadena perpetua por haber matado a su maltratador con el arma con que él la amenazaba. Más de 400.000 personas piden a Emmanuel Macron que haga posible la absolución de Valérie (41 años), que asesinó a su padrastro y esposo, padre de sus tres hijos, tras varias décadas de incesto, prostitución forzada y todo tipo de violencias cometidas sobre una mujer. Se trata de uno de los casos más atroces de la historia negra de la Francia profunda, una bajada a los infiernos más espantosos de la descomposición social.
La historia de Bacot comenzó en 1992, en un diminuto pueblo de 1.600 habitantes, La Clayette (departamento de Saône-et-Loire, al este de Francia). Sus padres se separaron ese año. Y la madre comenzó a vivir en pareja con Daniel Polette, que comenzó a violar a su hijastra varias veces por semana.
La madre de Bacot fingía no saber nada del comportamiento de su compañero, cohabitando con ella y violando a la niña. Pero en un pueblo de menos de 2.000 habitantes no siempre es fácil ocultar cosas. Un vecino escandalizado terminó denunciando el caso a la Policía. Y Polette fue detenido y condenado a cuatro años de cárcel, pero fue liberado dos años después. Volvió a casa. Bacot no tardó en quedar embarazada de su padrastro, muy pronto. Y su madre, la concubina de Polette, decidió romper y ponerlos a los dos en la calle.
La pareja formada por Valérie Bacot, embarazada de su primer hijo, y Daniel Polette se instalaron en un pueblecito próximo de 650 habitantes, Baudemont (departamento de Saône-et-Loire). Un pueblo minúsculo sin iglesia, con alcalde compartido, sin servicios públicos, con una población en estado de precariedad aguda. No está claro si Bacot y Polette contrajeron matrimonio. Es tradicional presentarlos en la prensa como marido y mujer, pero es un detalle por confirmar. Se sucedieron en los años posteriores los embarazos y nacimientos de dos niños y una niña. Sin recursos, perdidos en un olvidado rincón de la Francia más oscura. Sin trabajo ni proyectos de encontrarlo, Polette decidió
Sus hijos y el novio de la menor ayudaron a Bacot a enterrar el cadáver de Polette en La Clayette, el pueblo donde se conoció la pareja. Madre e hijos denunciaron la desaparición del muerto, cuyos restos putrefactos fueron descubiertos por la Policía año y medio más tarde. Comenzaba otra historia. Los hijos, menores de edad, fueron juzgados con rapidez: seis meses de cárcel con remisión de pena. Bacot, tras un año de detención provisional, quedó en liberta bajo control judicial, acusada de asesinato, ocultación del cadáver y la omisión de confesar su propio crimen.
Con los años, el caso de Bacot ha tomado proporciones excepcionales. Su historia ha seducido y conmovido a más de 400.000 personas que han firmado una petición nacional esperando que Emmanuel Macron evite una condena a cadena perpetua, favoreciendo, si fuese posible, el sobreseimiento del caso. ¿Por qué? Los defensores de Bacot estiman que se trata de un caso excepcional: una niña jovencísima, violada, condenada a la prostitución más infame, que nunca encontró solidaridad ni comprensión familiar.
A la espera de su juicio, Valérie Bacot cuenta su caso de este modo: «La primera mano amiga fue la de un gendarme que me interrogó, tras el asesinato. Me dijo que debía contar mi historia, dramática, diciéndome que mi caso debía conocerse. Convencido de que encontraría solidaridad. En parte, eso ha ocurrido. A título personal, no espero nada. Desde niña, soñé con tener una vida normal, tranquila, con una familia. No sé si será posible. En cualquier caso, mi historia debiera servir para dar luz al caso de otras tantas mujeres, víctimas de tantos atropellos. Mi prioridad absoluta, hoy, es intentar ayudar a mis hijos. Hacer todo lo que esté en mi mano para intentarlos a salir adelante en la vida».