ALERTA EN FRANCIA ANTE LA DERIVA RADICAL DE PARTE DE SUS SEGUIDORES
l 65 por ciento de los franceses dicen estar convencidos que «la civilización, tal como la conocemos, se hundirá los próximos años». Entre 100.000 y 150.000 de esos pesimistas apocalípticos han decidido organizarse para sobrevivir a muy diversas amenazas: colapso ecológico, guerra racial, guerra civil religiosa o el hundimiento salvaje de la nación y de otras naciones europeas. Es el survivalismo, según los expertos, «un movimiento social de individuos o grupos sociales que se preparan para afrontar emergencias apocalípticas que van de epidemias devastadoras a la guerra nacional o la destrucción ecológica del planeta».
A primeros de junio, la muy oficial Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI, el organismo que controla el espionaje y la seguridad dentro de las fronteras nacionales) transmitió al Gobierno una nota con un mensaje simple y directo: «Las tendencias radicales del movimiento survivalista han comenzado a estudiar y evaluar la posibilidad de pasar a la acción». Se trata
Ede una advertencia oficial, tras doce meses de estudio y acumulación de datos, indicios inquietantes en toda Francia.
El survivalismo nació oficialmente en Estados Unidos, y varios de sus patriarcas eran simpatizantes del nazismo, prestos a la ‘lucha armada’ final contra el comunismo ayer y contra la crisis de nuestra civilización hoy. En Francia, durante la última década, el survivalismo ha crecido en varias direcciones: survivalismo ‘bien pensante’, que se organiza pacíficamente; ecologismo radical, individual o en comunas; individuos o grupos apocalípticos, ‘aficionados’ a la tenencia y uso de armas, de formación militar o paramilitar, en muchos casos, y próximos a las distintas familias de la extrema derecha que ha coqueteado históricamente con la violencia.
Días antes de que la DGSI dirigiese al Gobierno francés una primera advertencia de los riesgos de tentaciones violentas, próximas al terrorismo de muy diversa naturaleza, Aurélien Taché, diputado ecologista, y otros siete miembros del grupo parlamentario ‘Ecología, Democracia y Solidaridad’, presentaron en la Asamblea Nacional, con carácter «urgente», un proyecto de ley destinado a «regular» y «enmarcar» las actividades de individuos o grupos survivalistas, con el fin de «luchar contra las derivas y amenazas asociadas», cuyos comportamientos y actividades pueden tomar