Dos mujeres apuñaladas en 12 horas tiñen de luto Castilla y León
▶ Una de las víctimas pelea por su vida tras ser agredida en Doñinos (Salamanca) por su pareja antes de ahorcarse ▶ El presunto homicida de la víctima fallecida en Valladolid la atacó en presencia de una de sus hijas
Con poco más de doce horas y un centenar de kilómetros de distancia, dos viviendas familiares se convirtieron en el escenario de crímenes paralelos. Dos hombres, en Valladolid y en Doñinos (Salamanca), supuestamente tomaban un cuchillo y apuñalaban varias veces a su pareja en presencia de un atónito allegado, que nada podía hacer para evitar las heridas que se abrían para robarlas su aliento mientras ellos, tras contemplar su atroz agresión, tomaban el camino del suicidio. Ambas estaban aún con vida cuando los sanitarios llegaron a sus casas ensagrentadas, pero a orillas del Pisuerga todos los esfuerzos por mantenerla en este mundo fueron inútiles. Él, sin embargo, sobrevivió a sus cortes autolesivos. Lo contrario que en la localidad charra. El presunto homicida falleció pero ella aún se aferra a la vida desde una cama de la UCI.
«No sé si ha habido un efecto llamada, lo que sé es que hay una situación estructural que lleva siglos larvándose y que es muy difícil combatir en poco tiempo, pero este tiene que ser un compromiso de todos. Las causas que explican esta muerte o la violenta agresión en Salamanca es el machismo, y negarlo es un error», señalaba ayer el delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, sobre una lacra que se encuentra, además, en un momento especialmente delicado. Desde el Observatorio de la Violencia de Género han advertido en varias ocasiones de la caída de denuncias motivada por un año de confinamientos y restricciones que ha limitado a las víctimas para dar el paso y huir de su infierno.
Con la muerte de la víctima de Valladolid, son dos las mujeres fallecidas en casos de violencia de género en lo que va de año en Castilla y León —sin que se contabilice como tal el crimen de la pensión de Montero Calvo, presuntamente a manos de su novio–. Su nombre se graba a sangre junto al de la joven de 36 años que fue asesinada en abril en Mansilla de las Mulas y al de otras 21 féminas muertas a manos de sus parejas o exparejas en 2021 en el conjunto del país. Son ya 1.099 desde que comenzara la estadística en 2003.
El crimen tuvo lugar en la tarde del lunes, cuando sonó la alerta en el Servicios de Emergencias de Castilla y León 112 del suceso. Era una de las dos hijas del matrimonio la que hacía la llamada de auxilio. Minutos antes al parecer había sido testigo de la supuesta agresión. Su padre, de 58 años, había asestado numerosas puñaladas en el tórax a su madre, de 56. Los sanitarios la estabilizaron a su llegada y la trasladaron de urgencia al Hospital Clínico de Valladolid, donde era intervenida y fallecía unas horas después. También estaba en el domicilio él, con cortes tras haberse autolesionado y por los que precisó asistencia sanitaria, explicaron fuentes del caso.
La noticia dejó en shock al tranquilo barrio de Santa Ana, donde el matrimonio residía en una vivienda unifamiliar ubicada en el número 37 de la calle Montreal. Ambos compartían aún casa pero estaban en trámites de separación. No constan denuncias de la víctima al agresor por malos tratos ni tampoco episodios violentos con otras parejas o con sus hijas, una de ellas mayor de edad y la otra menor. Ayer, sus amigas acudieron con los ojos vidriosos y sobrecogidas al minuto de silencio en la vallisoletana Plaza de la Rinconada en recuerdo de la víctima.
De momento, el supuesto asesino continúa ingresado en el módulo de detenciones del Hospital Clínico en el que falleció su mujer horas antes. Su evolución sanitaria marcará su puesta a disposición judicial, mientras que la Policía Nacional prosigue con las investigaciones en el lugar de los hechos y en la toma de declaración de allegados y vecinos de la pareja.
Si Valladolid se acostaba con la noticia de la muerte de la mujer apuñalada, que fallecía entrada la noche, al filo de las cuatro de la mañana, la madrugada se resquebrajó en Doñinos. Una discusión entre una pareja concluyó con un fatal desenlace después de que él, de 69 años, atacara supuestamente con un arma blanca a su pareja y madre de su hija de cuatro años. La joven, de 35, pelea por su vida en el Hospital de Salamanca.
De nuevo, hubo un testigo de la agresión. En este caso se trató de un hermano del presunto agresor, que intentó mediar sin éxito y también resultó herido de carácter leve por parte de su familiar quien, acto seguido, se ahorcó en las mismas dependencias. Cuando las fuerzas de seguridad llegaron al lugar ya había fallecido.
Ella seguía con vida y fue trasladada en estado muy grave al Hospital de Salamanca, donde fue intervenida quirúrgicamente para ser tratada de las heridas que le había infligido quien había sido su pareja en los últimos seis